Pequeñas molestias por el cambio de hora


La madrugada de este sábado al domingo los relojes se adelantan 60 minutos para adaptarse al horario de verano, que trae días más largos y luminosos, pero que puede causar, también, pequeños trastornos a algunas personas, que notan cómo les cuesta más irse a dormir y levantarse por las mañanas o que están más irritables que antes.
Estos pequeños trastornos, no obstante, no son más que eso, problemas leves que desaparecen en dos o tres días y que no afectan a todo el mundo, tal y como ha explicado a Servimedia José Polo, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
El doctor Polo ha indicado, en este sentido, que quienes más suelen notar las variaciones horarias son las personas "de sueño frágil" o de "estado emocional débil", que acusan con mayor frecuencia las variaciones en los ritmos de sueño y vigilia que conllevan los cambios horarios.
Y aunque las personas "de estado emocional débil" perciben, generalmente, más el cambio de hora que se produce en otoño que el que llega en primavera, no es raro tampoco que haya gente a quien adelantar 60 minutos el reloj le genere malestar durante algunos días, incidió el facultativo.
En este sentido, se han pronunciado también algunos profesionales de la psiquiatría, que han señalado que hay personas más sensibles que otras a las variaciones horarias, en buena medida, por sus condiciones previas de salud.
"Hay cerebros más sensibles, como los de los niños, los mayores o los de personas con algún problema psiquiátrico, que notan más los efectos de este cambio de hora y lo que comienza siendo un pequeño trastorno adaptativo deriva en una sintomatología más notable", ha advertido José Antonio López, vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (Asepp).
"Cuando estos síntomas tienden a perdurar, ha afirmado el doctor López, "no es debido, en ningún caso, al cambio de hora, sino que más bien podríamos decir que el cambio de hora ha sido el detonante de un trastorno de ansiedad o del sueño existente previamente en el paciente".
En esta línea, ha apuntado, las personas con insomnio o con dificultades para conciliar el sueño verán agravados sus problemas para dormir, al igual que las que tienen un trastorno de ansiedad pueden sufrir esos días un cierto grado más de angustia.

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