¿Puede Palm sobrevivir como empresa independiente?

Hace unos días los rumores apuntaban a que HTC podría estar interesada en la adquisición de Palm, no tanto por su cartera de productos actuales sino más bien por su cartera de patentes, que podría servirle para defenderse de la demanda que le ha puesto Apple.

Pero por lo visto HTC ha decidido no intentar tan siquiera la compra, y aunque también han circulado rumores de que empresas como Lenovo y Huawei podrían estar interesadas en adquirir Palm, John Rubinstein, su director general, se muestra confiado en que se las pueden arreglar por sí mismos.

Según declaraba recientemente la empresa está abierta a todo tipo de posibilidades, y en caso de recibir una buena oferta de compra la estudiarían, pero Rubinstein también afirma que confía en los nuevos productos que Palm tiene preparados para poder sacar la empresa adelante.

El problema es que aunque en efecto el Palm Pre y el Pixi no están nada mal, y por fin tienen un sistema operativo del siglo XXI, borrando de un plumazo el retraso que Palm llevaba en este campo, todo parece indicar que ha sido demasiado tarde, pues mientras Apple con sus iPhone, Android, y RIM con las BlackBerry van subiendo cuota de mercado, la de Palm es irrisoria.

Rubinstein achaca parte del problema a que los comerciales de las operadoras a través de las que hasta ahora han distribuido los terminales no estaban bien formados, con lo que no eran capaces de convencer a los clientes de que los adquirieran; también ayuda que la agencia que les llevaba la publicidad no parecía acabar de conectar con el público, y de hecho ha sido despedida recientemente.

Pero también resulta preocupante que Rubistein se haya permitido decir hace unos meses que nunca había usado un iPhone y que tan siquiera tenía muy claro como funcionaba, lo que resulta cuando menos chocante teniendo en cuenta la importante cuota de mercado que el terminal de Apple ha conseguido desde que salió al mercado.

En cualquier caso, lo cierto es que las cosas no pintan nada bien para esta empresa, que en su momento fue sinónimo de innovación en este campo.

Habrá que esperar unos meses a ver cómo les va y si en efecto sus nuevos productos son tan buenos como dice Rubinstein y si consiguen hacerse un hueco en las preferencias de los compradores, pero todo apunta a que Palm no acabará el año como una empresa independiente.