Las rivalidades retroalimentan el rendimiento de sus protagonistas. Un claro ejemplo es el de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. Cuando uno marca un gol, el otro se pone entre ceja y ceja anotar dos, pero ¿os imagináis que cada gol del portugués sumase otro al contador particular del argentino? Precisamente esto es lo que sucede entre Apple y Samsung.
La compañía de Cupertino desveló el pasado mes de agosto sus nuevos modelos, el iPhone 8, iPhone 8 Plus y el buque insignia, el iPhone X que costará en España al menos 1.159 euros.
En la batalla de los 'smartphones', Samsung presentó su Samsung Galaxy S8 en mayo, pero paradójicamente obtendrá más beneficio gracias a las ventas del iPhone X que a las de su propio terminal.
Y es que Samsung fabrica varios componentes hechos a medida para el nuevo iPhone, entre ellos la nueva pantalla OLED, chips de memoria y condensadores.
De este modo, tal y como afirma una investigación del 'Counterpoint Technology Market Research' elaborada para 'The Wall Street Journal', con cada venta de iPhone X Samsung ganará 110 dólares.
Se venderán 130 millones de iPhone
Los primeros 20 meses tras el lanzamiento son en los que más ventas de 'smartphones' se producen, y las estimaciones hablan de 130 millones de iPhone X vendidos por los 50 millones de Galaxy S8.
Asimismo, se espera que Apple y Samsung sean las empresas con más beneficios en 2017 excluyendo a los bancos chinos, según los datos de 'S&P Global Market Intelligence', yendo de la mano gracias a la sinergia de componentes.
Gracias a la producción de componentes para Apple, la compañía coreana ganará 4 billones de dólares más gracias a las ventas de iPhone X que con los beneficios que obtenga de los componentes de su Galaxy S8.
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