Se descubre una nueva especie de pez con cuatro ojos y una visión de 360 grados

    • Este animal desconocido hasta ahora ha sido hallado en el Mar de Tasmania, entre Australia y Nueva Zelanda, a una profundidad de 800 metros.
    • Es el segundo vertebrado con un sistema ocular formado por dos tubos con dos retinas cada uno de ellos.
Encontrado un pez con cuatro ojos y una visión de 360 grados
Encontrado un pez con cuatro ojos y una visión de 360 grados

La nueva especie marina ha sido bautizada bajo el nombre de 'Rhynchohyalus natalensis' y posee un inusual sistema ocular. Sus ojos están situados en la zona lateral de su cuerpo y son cilíndricos. En cada lado de los tubos que los forman se encuentran dos retinas, que enfocan hacia arriba y hacia abajo.

De este modo el nuevo pez es capaz de ver todo cuanto ocurre a su alrededor, ya que esta característica le permite tener una visión de 360 grados.  Las retinas que están enfocadas hacia arriba le permiten apreciar a los depredadores. También le ayudan a divisar mejor el alimento y a encontrar a parejas con las que reproducirse.

La otra retina, la que apunta a lo que ocurre debajo del animal, en las profundidades marinas. Gracias a ellas puede divisiar los destellos bioluminiscentes del placton y otras especies al mismo tiempo que visiona lo que se encuentra por encima de él. Estas lentes además le permiten adoptar una visión tanto reflectante como refractora.

Son numerosas las especies con ojos tubulares, pero casi todas ellas pertenecen a la rama de los moluscos. Hasta ahora tan sólo se conocía a otro vertebrado, también un pez, el 'Dolichopteryx longipes' con esta estructura ocular. Pero todo apunta a que la histología de cada una de estas especies les ha llevado a gozar de esta visión tan amplia por un camino biológico diferente.

Este nuevo pez ha sido descubierto por unos investigadores de la Universidad de Tubinga, en Alemania y los datos del descubrimiento han sido publicados en la revista 'Proceedings of the Royal Society'. El hallazgo se ha producido en el Mar de Tasmania, entre Australia y Nueva Zelanda a una profundidad de 800 metros. Se cree que esta especie puede habitar hasta los 1.000 metros bajo la superficie marina y llegar a una longitud máxima de 18 centímetros.

Pese al descubrimiento, la investigación continúa. Ahora los científicos se disponen a realizar un examen anatómico más detallado y a adentrarse el la evolución de este pez.

Mostrar comentarios