Smartphones: todo gira en torno a las aplicaciones

  • Apple no sólo fue el primer fabricante capaz de convertir un móvil en un codiciado objeto de deseo con el iPhone (del que se han vendido más de 25 millones de unidades), sino que además fue la primera en darse cuenta –tal vez por su condición de productor de software– que cuando se trata de ordenadores, aunque sean de bolsillo, lo importante son las aplicaciones.
Nacho / Microsiervos
Nacho / Microsiervos

Como ya sucedió con el iPod en el universo de los MP3, el iPhone ha tenido una influencia soberbia en el desarrollo de casi cualquier teléfono inteligente, o smartphone, que ha visto la luz en los últimos años. Pero mientras los fabricantes de móviles trataban de alcanzar al de Apple con mayor o menor fortuna sacando un modelo nuevo tras otro, ésta seguía desmarcándose de todos ellos si modificar apenas el aspecto del único ejemplar de su catálogo.

En la “experiencia iPhone” es la App Store, la tienda de aplicaciones para los teléfonos iPhone y los iPod Touch, la que hace del smartphone de Apple algo más que un bonito trozo de plástico y metal.

La App Store

Fue hace poco más de un año, en junio de 2008, cuando Apple inauguraba la App Store, casi en segundo plano y a través de una actualización de iTunes, el programa de Apple para organizar música, sincronizar el iPod y comprar canciones online. Unas semanas después, con el lanzamiento de los iPhone 3G la tienda de aplicaciones era accesible directamente desde el teléfono. Bastaban apenas un par de clics para instalar nuevos programas al teléfono.

Nunca hasta entonces instalar aplicaciones en un móvil había sido tan fácil. Casi hasta adictivo. Según AdMob Mobile Metrics los usuarios de iPhone instalan una media de 10 aplicaciones cada mes, de las que casi un tercio son de pago. Los usuarios de iPod Touch casi duplican estas cifras.

En números, la App Store dispone actualmente de más de 75.000 aplicaciones (21.000 de ellas juegos), suman 1.800 millones de descargas y suponen una facturación de 2.400 millones de dólares anuales, unos 200 millones cada mes. El 70 por ciento de ese dinero va directamente al bolsillo de los desarrolladores.

Esos datos, sumados a que los smartphones registran en los últimos meses un crecimiento de más de un 70 por ciento y una penetración del 17 por ciento a nivel global, han puesto los dientes largos a más de un competidor.

Casi cualquier smartphone de gama alta ofrece actualmente prestaciones parecidas a las del iPhone, aunque sólo el Palm Pre puede codearse con él sin demasiados complejos. Pero en general todos tienen la capacidad de asumir tareas hasta ahora propias de ordenadores portátiles o de mano y gracias a su sofisticado y completo hardware tienen la capacidad de aunar varios gadgets en uno sólo, desde el PDA a las videoconsolas portátiles pasando por los reproductores de MP3 y los navegadores GPS.

Pero, de nuevo, sacar provecho de esa capacidad requiere que existan aplicaciones capaces de desempeñar esas tareas. Y cuantas más haya, mejor. Los fabricantes de teléfonos se ha dado cuenta de que este pequeño detalle marca la diferencia entre ser exitoso y ser uno más. Es por lo que en los próximos meses va a surgir una legión de tiendas de aplicaciones para móviles, literalmente una por cada fabricante con pretensiones.

Android Market

Actualmente lo más parecido que existe a la App Store es el Android Market. Vio la luz apenas unos pocos meses después de la App Store como repositorio de aplicaciones para los teléfonos Android, el sistema operativo de código abierto para smartphones impulsado por Google.

El Android Market actualmente suma 11.300 aplicaciones, de las que poco más de 3.500 son de pago, con precios a partir de 99 centavos de dólar, igual que en la App Store. Sus cifras son mucho más modestas que las de Apple, y los ingresos apenas llegan a los 5 millones de dólares al mes, unos 60 millones al año. También en este caso, el 70 por ciento de este dinero es para los desarrolladores.

Nokia, BlackBerry y Palm

Ya en este año, en el mes de mayo, Nokia reorganizaba su portal online Share On Ovi, inicialmente diseñado para que los usuarios guardasen y compartiesen contenidos generados desde el móvil, y lo convertía en Ovi Store, desde la que los usuarios del sistema Symbian OS (el utilizado en los smartphones de Nokia principalmente, que suman el 50 por ciento del mercado con unos 100 millones de terminales) pueden acceder a contenidos, aplicaciones, gratuitas y de pago, y comprar música.

Pero hay más. RIM dispone de su App World (unas 2.000 aplicaciones) accesible sólo desde algunos de los modelos más recientes de BlackBerry y Palm dispone de la Software Store, que da cobijo a más de 5.000 aplicaciones para Palm OS y Windows Mobile además de la tienda Palm App Catalog, específica para el sistema Web OS. La App Catalog apenas suma 40 aplicaciones debido que sólo la Palm Pre utiliza de momento este sistema operativo.

¿Quién falta? Windows Marketplace y otros

Se calcula que actualmente existen unas 20.000 aplicaciones ya desarrolladas para Windows Mobile, más o menos dispersas por todo Internet. Microsoft quiere catalogarlas todas en un único entorno, accesible desde un teléfono u ordenador con Windows y una cuenta de Windows Live.

El lanzamiento de Windows Marketplace está previsto para el 6 de octubre, coincidiendo con el lanzamiento de la versión 6.5 de Windows Mobile, tal y como se anunció en el Mobile World Congress 2009 celebrado el pasado febrero en Barcelona. Con ella Microsoft quiere conseguir que localizar e instalar aplicaciones para Windows Mobile sea casi tan fácil como ya lo es en los iPhone o en los Android. De momento no hay muchos más datos.

Otros fabricantes que ya están poniendo en marcha sus propias tiendas de aplicaciones, o que están a punto de hacerlo, son Samsung (Application Store) y LG (también Application Store), que ofrece unas 1.500 aplicaciones para Windows Mobile, pero de momento sólo para usuarios de Asia, Europa Oriental y África.

También operadoras como Movistar han articulado su asalto al modelo de distribución de software a su manera. Mstore ofrece actualmente unas 1.000 aplicaciones, de las que 100 son de pago, además de servicios y planes de la operadora.

Mstore se inauguró a mediados de septiembre y se puede acceder vía web, desde el móvil o desde un ordenador. Su estilo no difiere del veterano y no-va-a-ningún-lado e-moción (léase también Vodafone Live!), y de hecho es parte de éste. Por tanto carece de integración estética y funcional con ningún sistema operativo. El resultado es más una suerte de cajón de sastre donde hay de todo y a la vez de nada y lastra la complejidad que supone querer abarcar demasiados modelos de teléfonos y sistemas operativos, amén de no ofrecer ningún interfaz innovador y efectivo –sino, más bien, todo lo contrario. Queda a años luz de la App Store.

¿Son las “app stores” el modelo perfecto?

En ningún caso el éxito de la fórmula app store + smartphone está garantizado, excepto –de momento– para Apple.

Y ya ante tal orgía de tiendas de aplicaciones hay una voz discordante que conviene tener en cuenta: Google considera que cualquier forma que potenciar la distribución de aplicaciones propias y propietarias de uno o varios sistemas operativos es un modelo condenado al fracaso.

Para Google, el futuro del software para móviles pasa por las aplicaciones basadas en la web, aunque la realidad es que hoy por hoy en móviles el funcionamiento de aplicaciones nativas es superior (en rendimiento y experiencia de uso) a las basadas en web.

Como muestra, el ejemplo expuesto en Google Says Mobile App Stores Have No Future: los usuarios prefieren utilizar Twitter, un servicio puramente basado en web, a través de aplicaciones cliente y no desde el navegador. Aunque a largo plazo probablemente Google tendrá razón, a corto y medio de momento deberán convivir ambos modelos, aplicaciones nativas y aplicaciones web.

Pero, en cualquier, todo gira en torno a las aplicaciones.

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