Este nuevo superordenador se llama Tera 100 y es el resultado de una colaboración entre la empresa de informática Bull y el departamento de aplicaciones militares de la Comisión de Energía Atómica (CEA) francesa. Su arranque supone la entrada de una nueva máquina en lo más alto del ránking mundial de superordenadores (en el puesto 13, más o menos) aunque habrá que esperar a septiembre a que esté perfectamente «tuneado» y pueda medirse su verdadera potencia y compararla con la de equipos similares oficialmente.
Sus cifras son tan impresionantes como su aspecto: está alimentado por la potencia de 4.300 servidores Bullx S y 140.000 núcleos Intel Xeon 7500; tiene 300 terabytes de memoria principal, 20 petabytes de almacenamiento y una capacidad de procesamiento de 1,25 PetaFLOPS. En términos más mundanos, sus creadores dicen que tiene una capacidad de transferencia equivalente a la de un millón de personas viendo películas en alta definición, que ejecuta en un segundo más operaciones matemáticas de las que podría hacer toda la humanidad en 48 horas y que almacena tanta información como 25.000 millones de libros.
En el proyecto se han utilizado la tecnología y experiencia tanto de Bull como de la CEA, especialmente en terrenos como los componentes de alto rendimiento, la tolerancia a fallos, la arquitectura y el software (Linux y software de código abierto, principalmente) entre otros. El sistema tendrá aplicaciones militares, tales como la simulación de armas nucleares, pero podría ser utilizado también para trabajos científicos de otro tipo. Este nuevo equipo es veinte veces más potente que su predecesor (llamado Tera 10, que data de 2005) aunque ocupa el mismo espacio físico.
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