Todavía no se sabe a qué se debieron los temblores volcánicos de 2004 en Tenerife

  • Santa Cruz de Tenerife.- La directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, dijo en una entrevista a la Agencia Efe que todavía no se sabe a qué se debió la llamada "crisis de 2004", cuando en Tenerife se detectaron por primera vez señales sísmicas de origen volcánico.

Todavía no se sabe a qué se debieron los temblores volcánicos de 2004 en Tenerife
Todavía no se sabe a qué se debieron los temblores volcánicos de 2004 en Tenerife

Santa Cruz de Tenerife.- La directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, dijo en una entrevista a la Agencia Efe que todavía no se sabe a qué se debió la llamada "crisis de 2004", cuando en Tenerife se detectaron por primera vez señales sísmicas de origen volcánico.

Aquellos registros tenían como característica particular que concentraban la energía en una frecuencia determinada (monocromáticos) y, por tanto, estaban asociados al movimiento de fluidos en el interior de la Tierra, siendo claramente señales de origen volcánico, indicó María José Blanco.

Esos movimientos de baja intensidad a los que se refiere la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias se produjeron entre el 22 y el 29 de abril; fueron cinco, todos de baja intensidad, por debajo de los dos grados en la escala de Ritcher, y tuvieron lugar en la zona volcánica más activa de Tenerife.

María José Blanco comentó que tras la localización de varios terremotos en el interior de Tenerife (algunos sentidos por la población) el Instituto Geográfico Nacional asumió en junio de 2004 la vigilancia volcánica y comenzó la diversificación de la forma de estudiar este fenómeno.

Las señales monocromáticas de 2004 se han vuelto a registrar varias veces en la estación sísmica de Montaña Guajara que es la de referencia y desde la que también se estudió el fenómeno de 2004, y María José Blanco puso el ejemplo de algunas señales detectadas en condiciones meteorológicas particulares de bruscos descensos de la presión atmosférica, como los sucedidos en este año.

Una vez que el Instituto Geográfico Nacional asumió la responsabilidad de la vigilancia volcánica en Canarias comenzaron a utilizarse varias técnicas para estudiar la actividad volcánica, y a la sismología, el magnetismo y la deformación, ya utilizadas por el IGN se unieron otras técnicas para disponer de más puntos de vista para acercarse a la realidad, añadió María José Blanco.

De ese modo comenzaron a desarrollarse técnicas en diversos ámbitos científicos como gravimetría, geoelectricidad, geoquímica del agua y del aire (CO2 y radón entre ellos), medidas de parámetros físicos del interior terrestre, y control térmico y visual.

La nueva red de vigilancia se comenzó a instalar en Tenerife, pero en los últimos tiempos se extiende a La Palma y está previsto continuar en El Hierro y Lanzarote.

María José Blanco explicó que Tenerife tiene mayor riesgo volcánico por su elevada densidad de población, que si bien es similar a la de Gran Canaria en esta isla no hay un peligro potencial como el Teide, capaz de generar erupciones explosivas.

Comentó María José Blanco que hay constancia de una erupción explosiva del Teide, que se produjo hace unos 2000 años, en el mismo periodo que la conocida erupción del Vesubio del 79 antes de Cristo, narrada por Plinio el joven, pero desconocida por el público en general dado que en Tenerife no había historiadores para contar lo sucedido en Montaña Blanca.

En cuanto a la capacidad para predecir una erupción, que en el caso del Teide sería "tranquila" según los expertos, María José Blanco respondió que la pregunta que se debe formular es con cuánta antelación necesita Protección Civil ser avisada para tomar medidas que minimicen el impacto negativo que podría tener sobre la población.

Porque cuanto más tiempo necesite Protección Civil, menos certeza se tendrá de que el fenómeno se vaya a producir, añadió María José Blanco.

La directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias declaró además que uno de los problemas de la vigilancia volcánica es que hay que disponer de datos en tiempo real, personal cualificado que estudie datos de manera continuada, y capacidad de análisis en tiempo real.

De ello se dispone en el Instituto Geográfico Nacional en Canarias cuyo personal además de realizar el trabajo de mantenimiento y análisis rutinario, realiza campañas intensivas de medida, por ejemplo, de la corriente eléctrica que el sistema hidrotermal del Teide crea simplemente por la proximidad de una fuente calorífica y un acuífero.

En estas campañas se ha cubierto la totalidad de la superficie de las Cañadas del Teide, donde el personal del Instituto Geográfico Nacional ha realizado perfiles con una longitud total de 144 kilómetros de potencial espontáneo con medidas cada 20 metros.

María José Blanco también destacó que los ciudadanos pueden acceder en tiempo real a toda la información en la página web que tiene el Instituto Geográfico Nacional.

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