Un premio millonario para quien pueda crear un robot que dé discursos

    • Las organizaciones X-Prize y TED han convocado un certamen que premiará a quien pueda crear inteligencia artificial capaz de hacer discursos
    • Pueden transcurrir años hasta que se alcance la meta pero, mientras tanto, ya han puesto en marcha conferencias bianuales presentadas por un robot
El robot de TED, que puede dar conferencias
El robot de TED, que puede dar conferencias
Pierre Boulat y María L. Nalda

¿Se imaginan a un robot dando una conferencia sobre la Guerra Fría, la migración de las cigüeñas o las relaciones económicas entre España y África, ante un auditorio con multitud de personas? En este reto se han embarcado las asociaciones X-Prize y TED que recientemente han convocado un concurso a escala mundial. El objetivo es comprobar si algún equipo de desarrolladores puede crear una inteligencia artificial capaz de realizar una presentación sobre cualquier tema sin intervención humana.

La convocatoria de este concurso ha sido una bomba para la comunidad científica internacional, tanto por el desafío planteado como por el prestigio de las dos organizaciones que lo han anunciado. Y es que, en efecto, X-Prize y TED son dos referentes indiscutibles en la divulgación del conocimiento en la actualidad.

Un concurso organizado por dos mastodontes de la divulgación del conocimiento.

TED (cuyas siglas responden en inglés a las palabras Tecnología, Entretenimiento y Diseño) reúne más de 1.500 ponencias organizadas por la Sapling Foundation. Según sus propios creadores, la idea de estas breves reuniones (que apenas duran unos 20 minutos) es transmitir al público más amplio posible aquellas "ideas dignas de ser difundidas". Pues bien, desde el año 1990, cuando tuvo lugar la primera charla, hasta la fecha han pasado por su atril ilustres ponentes del ámbito de la tecnología como Bill Gates o Larry Page (co-fundador de Google), representantes de la política como Al Gore o Bill Clinton, o de la ciencia, como los premios Nobel James D. Watson y Murray Gell-Mann, entre otros numerosos campos de estudio.

La Fundación X-Prize, por su parte, es una organización sin ánimo de lucro que diseña y gestiona concursos públicos destinados a fomentar el desarrollo tecnológico que pueda beneficiar a la humanidad. En la primera edición -que se celebró entre 1996 y 2004-, el reto consistía en crear una nave espacial para que los particulares pudieran realizar viajes cortos en el espacio, un galardón que inauguró Burt Rutan. Desde entonces, se han organizado concursos para la creación de vehículos capaces de recorrer 100 km con apenas 2 litros de combustible o para desarrollar la mejor herramienta de diagnóstico de la tuberculosis. Los concursos, financiados por grandes empresas como Google o Nokia, ofrecen premios millonarios: sirva como ejemplo el premio de 2004 que ascendió a 10 millones de dólares.

Un concurso para dar un paso más en la inteligencia artificial

Si bien las reglas del concurso aún no se encuentran claramente definidas, por el contrario, el objetivo está más que claro. Según Peter Diamandis, el fundador de X-Prize, "los avances en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial han realizado un progreso extraordinario durante la última década; sin embargo apenas hemos empezado a explorar el tema". Así, asegura Diamandis, "esta competición podría ayudar a impulsar su desarrollo a través de una multitud de áreas: biología, educación, salud o incluso campos que ni siquiera imaginamos."

Chris Anderson, administrador de las conferencias TED, indica que "estamos entrando en un futuro en el que los humanos y las máquinas tienen que aprender nuevas formas de trabajar juntos. Mi esperanza es que este premio alimente este proceso. Creo que dentro de unos años vamos a estar impresionados por lo que las Inteligencias

Artificiales pueden hacer o no. Quizás entonces podamos descubrir que la colaboración hombre-máquina ofrece una poderosa perspectiva para crear y comunicar ideas importantes de forma novedosa."

Los organizadores son conscientes de que pueden transcurrir años hasta que alguno de los participantes alcance la meta marcada pero, mientras tanto, ya han puesto en marcha conferencias bianuales presentadas por un robot, en las que se podrá medir el progreso en el desarrollo de la inteligencia de una computadora.

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