Una ciudad de EEUU pasará a llamarse 'Amazon' si alberga su nueva sede

Amazon no solo ha revolucionado el comercio electrónico sino que tiene en vilo a Estados Unidos. ¿El motivo? La búsqueda de una ciudad para la construcción de su segunda gran sede en el país. La expectación y las propuestas son tantas que la empresa dirigida por Jeff Bezos, hombre más rico del mundo, ha abierto un proceso de selección.

Se espera que la nueva sede genere 50.000 puestos de trabajo con "altos sueldos" en el lugar en el que se establezca, por lo que es normal que la competencia sea feroz entre localidades.

Sin embargo, hay una propuesta que se desmarca del resto. La cámara municipal de Stonecrest, ciudad ubicada en el estado de Georgia, no ha escatimado en incentivos para atraer al gigante del comercio electrónico hasta el punto de comprometerse a cambiar su nombre si sale elegida.

Por La Información

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En ese hipotético caso, Stonecrest pasará a llamarse Amazon, tal y como quedó estipulado en la votación del pleno, con cuatro votos a favor y dos en contra.

"Hay grandes ciudades en Estados Unidos que quieren atraer a Amazon, pero ninguna le aporta la oportunidad de marketing con el renombramiento que ofrecemos nosotros", explicó el alcalde Jason Lary en la prensa local. 

Aparte de su cambio de nombre, los atributos que Stonecrest tiene que ofrecer a la empresa son un centro comercial, una reserva natural protegida y el compromiso de otorgarle al menos 1.400 metros cuadrados para su nueva sede.

Tan solo hay un pequeño problema, su escasa poblacion. Stonecrest cuenta con 20.000 habitantes, mientras que Amazon dejó entrever que prefería ciudades con al menos 1 millón de personas.

Nueva York y Dallas también están en una carrera cuyo primer plazo finaliza el 19 de octubre, día en el que no se aceptarán más propuestas. Veremos si Amazon se decanta por una 'megaurbe' o prefiere la original e inimitable propuesta de Stonecrest.

La batalla por albergar las nuevas oficinas de Amazon se explica por el impacto económico que producirá. Las candidatas se fijan en los espectaculares beneficios que ha cosechado Seattle, lugar del nacimiento de la empresa.

En primer lugar, emplea a 40.000 personas en la ciudad a las que ha pagado entre 2010 y 2017 26.000 millones de dólares, invirtiendo también 3.700 millones en edificios e infraestructuras.

Se trata de un efecto dominó con consecuencias positivas. Los trabajadores con buenos salarios gastan más en la zona, creando nuevos empleos a nivel local. De este modo, según las estimaciones de Amazon, su impacto indirecto en la ciudad ha sido hasta ahora de 38.000 millones de dólares.