Zapatero inaugura el Sincrotrón Alba, la revolución de la ciencia española

  • El acelerador  ha sido inaugurado este lunes por el presidente del Gobierno,el presidente de la Generalitat y la ministra de Ciencia e Innovación.

Vista del cuerpo central del sincrotrón Alba, ubicado en Cerdanyola del Vallés (Barcelona), uno de los aceleradores de partículas con finalidades científicas más modernos del mundo.
Vista del cuerpo central del sincrotrón Alba, ubicado en Cerdanyola del Vallés (Barcelona), uno de los aceleradores de partículas con finalidades científicas más modernos del mundo.
EFE
EuropaPress

El presidente delGobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha inaugurado este lunes elsincrotrón Alba, un acelerador de partículas revolucionario cuyaimportancia actual para la ciencia es equiparable a la que supuso ensu día la invención del microscopio.

El Alba "afianza" a España en "la primera división de la cienciade los países europeos", ha afirmado Zapatero en la inauguración delsincrotrón en esta localidad del noreste de España, a la que tambiénasistieron, entre otros, el presidente del Gobierno Autónomo deCataluña (noreste), José Montilla, y la ministra de Ciencia eInnovación española, Cristina Garmendia.

El sincotrón Alba ha supuesto un gasto de 201 millones de euros(274 millones de dólares) desde 2003, repartidos al 50 por cientoentre el Gobierno central y la Administración de Cataluña, y tendráuna inversión de 400 millones de euros (544 millones de dólares)hasta el 2022.

El Alba, el primer acelerador de partículas de este país, es,según los expertos, la instalación científica "más grande y máscompleja que se ha hecho nunca en España". Se trata de una estructura con forma de anillo de grandesdimensiones, en el interior del cual circulan electrones a unavelocidad prácticamente igual a la de la luz.

Gracias a ello, se puede producir una luz extraordinariamenteintensa -un billón de veces más potente que las fuentesconvencionales de rayos X- que permite observar fenómenosmicroscópicos con una precisión excepcional y descubrir los secretosde las estructuras de la materia a nivel atómico y molecular. Para lograr esta radiación se toman electrones a través de uncañón y se aceleran con campos eléctricos, que arrancan a unaenergía de cero electrovoltios y se aceleran, primero en unacelerador lineal y luego en otro circular, para que los electronesalcancen la energía máxima de 3.000 millones de electronvoltios yuna velocidad próxima a la de la luz (99,99).

A partir de ahí se introducen en un anillo de almacenamiento, untubo circular de unos 270 metros de perímetro donde se mantienendando vueltas de forma constante. Para la producción del haz de luz que se utiliza en estasinvestigaciones, es necesario que las cargas vayan muy deprisa ytengan trayectoria curva (por medio de imanes), ya que si van rectasno emiten radiación.

La luz generada, con una intensidad de onda que va de losinfrarrojos a los rayos X, se deriva hacia las diferentes estacionesde trabajo desde donde se realizan las investigaciones, y queutilizan la capacidad de lograr imágenes "radiográficas" (muchísimomás pequeñas, de una milésima por una milésima de milímetro desección) y observar, por ejemplo, cristales o fósiles de ese tamaño. Entre los objetivos está el estudio de las estructuras biológicasy las proteínas, el análisis de virus y bacterias, la creación denuevos fármacos, el desarrollo de terapias médicas, el diseño deobjetivos nanoscópicos, el diseño de nuevos materiales para laindustria, o el análisis de la autenticidad de restos históricos yobras de arte.

La instalación, de unos 10.000 metros cuadrados, permitirá hacerexperimentos de difracción para estudiar la estructura de lamateria, desde el ámbito atómico al nivel mesoscópico (de unasdécimas de milímetro) y conocer con precisión dónde están los átomosde los objetos y sus coordenadas. El Alba podrá asimismo hacer análisis químicos de altasensibilidad de contaminación de suelos o del aire por medio demetales en concentraciones que ahora era imposible detectar.

Este sincrotrón también dispondrá de un microscopio de rayos Xpara ver las partes de las células en tres dimensiones. Aunque se prevé que albergue sobre todo a grupos de investigaciónde centros públicos -los investigadores públicos no pagarán por suutilización-, también estará abierto al sector privado, sobre todo aempresas química o farmacéuticas.

La puesta en marcha de la instalación se realizará de formagradual a lo largo de este año y a partir de 2011 ya estarápreparada para recibir a unos mil investigadores anualmente. Ramón Pascual, presidente del consorcio encargado de laconstrucción de esta instalación, explicó que al menos dos empresasya han mostrado su interés por hacer uso de la luz de Alba.

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