Si durante la pandemia las operaciones estuvieron detenidas durante meses, actualmente la compra-venta de pisos ha recuperado los ritmos anteriores a la crisis sanitaria. Muchos famosos han aprovechado esta situación para poner en el mercado sus inmuebles y ganar algo más de dinero. El último famoso en unirse a estas operaciones es la estrella de rock, Jon Bon Jovi.
El cantante estadounidense ha puesto en venta un espectacular apartamento en Nueva York valorado en más de 19 millones de euros. El piso consta de 367 m2 y está ubicado en la exclusiva zona de Greenwich Village, el barrio de Manhattan. Bon Jovi compró esta vivienda hace menos de 5 años, en 2017, por un precio de 18,9 millones de dólares, unos 16,1 millones de euros en el momento de la transacción.
El amplísimo apartamento cuenta con cuatro habitaciones, cuatro cuartos de baño, un inmenso salón, un vestidor y un ascensor privado al piso. La vivienda tienes unos grandes ventanales que van desde el techo hasta el suelo, lo que le permite tener una visibilidad completa de la ciudad neoyorkina. Respecto a las zonas comunes del edificio, el próximo inquilino podrá disfrutar una piscina, un jacuzzi, un gimnasio y un jardín privado que le permitirá respirar aire puro en medio del barrio de Manhattan.
Según el portal Idealista, esta operación inmobiliaria no es la primera del cantante en la ciudad. En el año 2007, Bon Jovi compró por 24 millones de dólares un dúplex de casi 700 m2 en el moderno barrio del SoHo. Posterior a esta compra, el artista invirtió otra gran cantidad de dinero en reformar la vivienda y redecorarla. Finalmente, en el año 2013, el rockero vendió esta propiedad por más de 37 millones de euros.
Ronaldo vende su apartamento por 7 millones
Hace unas semanas, Cristiano Ronaldo vendía un apartamento situado en la Torre Trump de la Quinta Avenida de Nueva York. El futbolista profesional lograba un comprador para su vivienda después de varios años en el mercado. Sin embargo, la venta se ha producido por debajo de las cifras esperadas por Ronaldo, 7,18 millones de dólares. Esto supone una pérdida de más de 10 millones de euros respecto al precio por el que lo compró.
La propiedad tiene 240 m2, tres dormitorios, tres cuartos de baño y el interior está diseñado por el decorador Juan Pablo Monyneux. Además de las vistas al parque neoyorkino, los grandes ventanales con los que cuenta permiten apreciar el Empire State Building y la Estatua de la Libertad. El edificio consta de 58 pisos entre los que se encuentran viviendas de particulares y oficinas de empresas.
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