Zona en transformación

Los 'trucos' para vivir en Chamberí, uno de los barrios más caros de todo Madrid

Dentro del distrito existe bastante disparidad de precios. En general, se percibe un aumento hacia el sureste, siendo los barrios que presentan mayor precio por metro cuadrado los de Trafalgar y Almagro.

Piso en subasta en el barrio de Chamberí, Madrid
El 'truco' para vivir en Chamberí, uno de los barrios más caros de todo Madrid.
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Chamberí es el distrito con el segundo metro cuadrado más caro en el municipio de Madrid. Supera los 5.000 euros y sigue subiendo. De hecho, se situó por encima de los precios de Salamanca, el barrio más lujoso de la capital, durante el tercer trimestre de 2020. Su alto 'standing' se debe en gran parte a la tranquilidad  y su proximidad a zonas comerciales, y de ocio, que han hecho que sus precios aumenten casi un 9% cada año desde 2017. En este panorama parece imposible acceder a una vivienda en la zona, pero no todo está perdido ya que la crisis sanitaria desatada por la Covid ha provocado un descenso del 12% en los precios del alquiler. Se puede vivir como arrendatario mientras se junta el dinero para comparar. 

Otra opción es elegir una zona del distrito donde los precios estén menos disparados. En general, se percibe un aumento hacia el sureste, siendo los barrios que presentan mayor precio por metro cuadrado los de Trafalgar y Almagro, según los datos de la consultora CBRE. Si se mira el valor medio transaccionado en 2020, la calle Jenner se erige como la más cara del distrito. Sin embargo, la calle Carranza es donde más se han calentado los precios en los últimos cinco años.  

¿Quiénes compran? Los expertos de la consultora apuntan que el distrito tiene población ligeramente más envejecida que la media del municipio: tan sólo un 27% de los vecinos tiene menos de 35 años.  Otro dato sobre el perfil de sus residentes es que su poder adquisitivo está por encima de la media, con una renta per cápita que roza los 7.000 euros. Y es que un 60% de la población cuenta con estudios superiores en el distrito, cuando en Madrid esta cifra se queda en 37%. 

Pero, el distrito también tiene patas cojas. El ratio de zonas verdes por habitante es el más bajo del municipio de Madrid (1,8%). Las áreas para estar en contacto con la naturaleza son de baja calidad ya que son muy pequeñas y están fragmentadas al rededor de todo el distrito. Algunos puntos que 'salvan' a los vecinos son el parque del Oeste y la existencia de dos zonas deportivas que incluyen grandes espacios ajardinados como el parque Santander y las instalaciones deportivas del Canal de Isabel II en la Avenida Filipinas 54.

Cambios

Actualmente, por cada metro cuadrado asignado a los peatones, se destina aproximadamente 1,5 metros cuadrados al tráfico rodado. Sin embargo, el distrito tiene planes para mejorar las condiciones de los vecinos al peatonalizar siete calles en los próximos años

Además, la crisis sanitaria ha supuesto la transformación de los espacios públicos. Una de las más visibles ha sido la colonización del espacio de aparcamiento por terrazas de restaurantes. En Chamberí, las aceras son estrechas como consecuencia del trazado. Si se mira a la calle Ponzano, más del 30% de las plazas de aparcamiento han sido sustituidas por terrazas. En el caso del tramo entre Bretón de los Herreros y Ríos Rosas, el porcentaje de sustitución alcanza el 70%. Esto ha generado conflictos entre hosteleros y vecinos, y las autoridades deberán adoptar soluciones para la buena convivencia en esta 'nueva normalidad'. 

Otro escollo que ha traído la pandemia de la Covid-19  viene de la mano de la paquetería. El auge del e-commerce ha aumentado el número de puntos de distribución, que  normalmente se ubican en espacios poco aptos. Su actividad ha generado molestias en el distrito por las "segundas filas" que generan en las calzadas y acercas. 

Al ser una zona muy consolidada y protegida, las modificaciones puntuales de planeamiento o planeamiento de desarrollo son difíciles de aprobar. Entre 2016 y 2020 se aprobaron proyectos de solo 58.900 metros cuadrados para edificios residenciales; 4.000 metros cuadrados para terciario y 2.900, para producto dotacional. Este distrito tiene mucho potencial de desarrollo, y el buen manejo de sus metros cuadrados tendrá mucho que decir en el tipo de oferta de vivienda que salga al mercado de la zona. 

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