PREGUNTA
- ¿Hay alguna forma de más o menos asegurarse de que un inquilino no te va a dar problemas?
Realmente no, aunque hay algunas medidas que, desde la perspectiva de la lógica, pueden adoptarse. La primera cuestión es leer con detenimiento el contrato si no lo hemos redactado nosotros y, en cambio, lo propone el inquilino o incluso la agencia comercializadora. El contrato es el marco en que vamos a movernos durante toda la vigencia de la relación y tiene que ajustarse a nuestras expectativas.
Lo ideal es que sea redactado ad hoc para el caso concreto por un profesional si no tenemos los conocimientos suficientes para poder adaptar un modelo. Mejor prevenir que lamentarse… Por otro lado, es una precaución lógica tratar de averiguar la solvencia del arrendatario; ver si tiene nómina suficiente, estabilidad en el empleo, etc.; aunque hoy en día todos sabemos que el mercado de trabajo ha cambiado en estos aspectos sustancialmente. También es lógico que, si más de una persona van a vivir en la casa, se obliguen todos ellos solidariamente, de manera que usted pueda reclamar a cualquier de esas personas indistintamente.
Si se trata de vivienda, las garantías económicas que pueden pedirse están limitadas por ley (una mensualidad de fianza y hasta dos de garantía adicional), pero la ley no dice nada de la posibilidad de contar con fiadores que respondan en caso de impago, de modo que creemos que se trata de una opción a considerar, muy utilizada, por ejemplo, cuando se arriendan pisos a estudiantes. Finalmente, existen seguros de impagos y daños que pueden ser buena opción aunque mermen los ingresos y las posibilidades de encontrar arrendatario (por las condiciones que a menudo establecen).
*La respuesta ha sido elaborada por el despacho de abogados Echeandia & Alevito: www.echeandia-alevito.com
