La compra sobre plano, jurídicamente, es una compraventa de cosa futura. El promotor nos vende una vivienda definida documentalmente en el contrato y los planos y memoria de calidades que se integran en el mismo antes de haberla construido (incluso antes de haberla empezado).
Como es lógico, el mejor consejo es, en primer lugar, comprender bien, a través del examen de la documentación indicada y del proyecto qué es lo que estamos adquiriendo, pues eso es lo que deben entregarnos cuando llegue el momento de la entrega.
La tradicional ventaja, cuando los precios subían continuamente, era el precio, ya que éste se determina en el contrato, quedando blindada la operación a futuras subidas. Además, como se hacen pagos durante la construcción y generalmente el promotor construye con un préstamo hipotecario, es más fácil obtener financiación vía subrogación en el préstamo que grava la vivienda.
La ley establece garantías para que el comprador pueda recuperar su dinero si la casa no llega a edificarse en los plazos pactados. Así, las entregas a cuenta deben ser ingresadas en una cuenta separada de otros fondos del promotor de la cual solo puede disponer para gastos de la promoción; y además estas entregas tienen que estar garantizadas mediante aval bancario u otro mecanismo de aseguramiento.
*La respuesta ha sido elaborada por el despacho de abogados Echeandia & Alevito: www.echeandia-alevito.com
