La inmobiliaria Vonovia, la mayor de Alemania, y la berlinesa Deutsche Wohnen, anunciaron en mayo su fusión, una operación que daría lugar al mayor consorcio inmobiliario de Europa. La unión de las dos carteras sumaría más de 5500.000 apartamentos valorados en más de 80.000 millones de euros. El primer intento de fusión fracasó en julio cuando Vonovia no alcanzó el umbral del 50% de apoyo entre su cúpula, pero la compañía no se dio por vencida y lanzó una oferta mejorada a finales de agosto para tratar de hacer realidad su objetivo.
Sin embargo, las condiciones sociopolíticas del mercado ya no son las mismas. Las autoridades alemanas han autorizado un reférendum en las próximas elecciones del 26 de septiembre con una pregunta que amenaza a Deutsche Wohnen: "¿Quieren que el Gobierno de Berlín expropie 240.000 viviendas a los grandes propietarios de vivienda?
Deutsche Wohnen se ha visto envuelto en el torbellino de críticas en Berlín hacia los grandes tenedores por la creciente falta de vivienda asequible en la capital y los aumentos de los precios de alquiler. Este último punto es importante ya que los datos de la OCDE señalan que el 85% de los berlineses no son propietarios del piso en el que viven. Los precios han subido un 43% en los últimos cinco años y vivir en un lugar céntrico es cada vez más difícil. Los inquilinos han puesto la mira en las grandes inmobiliarias.
Y es que Deutsche Wohnen compró hace unos años 65.000 viviendas de la empresa pública GSW, que necesitaba hacer caja para saldar sus deudas. Con este movimiento duplicó su cartera inmobiliaria y el referéndum programado para septiembre podría arrancarle una parte del terreno inmobiliario ganado. De hecho, existe una iniciativa para expropiar las viviendas de la inmobiliaria que ha dedicado sus esfuerzos a recoger firmas para el reférendum. Su objetivo es forzar al ayuntamiento a adquirir los bienes de las compañías del sector que posean más de 3.000 viviendas y tengan que tengan un 80% de clientes como arrendadores.
La tensión en torno a los alquileres está servida. El Tribunal Constitucional de Alemania declaró ilegal el límite impuesto por el Ayuntamiento de Berlín al precio al alquiler de viviendas, que entro en vigor en febrero de 2020, alegando que las autoridades locales se extralimitaron en sus competencias. La reforma, según la cual los precios de unos 1,5 millones de viviendas se congelaron de acuerdo a los niveles de junio de 2019 fue aplaudida por inquilinos y criticada por propietarios y promotores.
Este reférendum del próximo 26 de septiembre marcará un antes y un después en el pulso entre las empresas, la sociedad civil y los legisladores en materia de vivienda. Vonovia tiene activos en Alemania, Suecia y Austria, mientras que la actividad de Deutsche Wohenn se limita al territorio alemán, por lo que es más vulnerable a los cambios legales.
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