La transformación digital avanza a pasos agigantados y la forma de comprar productos o contratar servicios ya no es la que era hace 10 años. Hoy se puede abrir una cuenta bancaria, hacer la compra o tasar una vivienda sin salir de casa. Incluso se pueden firmar contratos o visitar propiedades en venta desde la comodidad del hogar. Todos estos son indicios de que los mercados se están transformando y, entre ellos, también lo está haciendo el inmobiliario.
Los expertos de HelpMyCash.com explican que la digitalización del mercado de los bienes raíces en 2016 era propia de los portales y las agencias online, quienes proponían una nueva forma de vender un piso donde la tecnología simplifica todas las instancias de la operación. Pero la pandemia de la Covid-19 puso en jaque a muchos modelos tradicionales. En consecuencia, las agencias de toda la vida se vieron obligadas a subirse a la ola de la digitalización y comenzaron a incorporar nuevas herramientas, como tasaciones online y visitas virtuales.
También está ocurriendo el camino inverso. Muchas inmobiliarias online, que antiguamente contactaban con los propietarios a través del teléfono o por correo electrónico, comienzan a ver la importancia de estar cerca de sus clientes. Los expertos de HelpMyCash explican, por ejemplo, que la agencia online Housfy ha inaugurado su primera oficina en Barcelona a principios de este año. Entonces, ¿es lo mismo una inmobiliaria online que una tradicional? Sí y no. Todavía prevalece una gran diferencia: los honorarios.
Las agencias online son hasta un 80% más baratas
El modelo de negocio más tradicional de las inmobiliarias es un all inclusive: el precio suele ser más alto, pero incluye todos los servicios que se necesitan para vender una vivienda. Su coste oscila entre el 3% y el 7% del precio de venta del piso e incluye servicios tales como la tasación, el reportaje fotográfico, la publicación del anuncio en los portales, las visitas, la redacción de los contratos y el asesoramiento legal en caso de herencia o divorcio, entre otras cosas.
El modelo de las agencias online, en cambio, se asemeja a un servicio on demand. Sus planes parten de un paquete fijo que incluye servicios básicos, como tasación, fotografías, publicación en los portales, filtro de compradores y agenda de visitas. Y su coste es hasta un 80% más barato que la comisión de las agencias tradicionales. Sin embargo, y de manera general, no incluyen el servicio de visitas ni la gestión de ciertos documentos como el certificado energético o la cédula de habitabilidad. Si el propietario necesitase de alguno de ellos, puede contratarlos aparte pagando un coste adicional.
Cada modelo responde a una necesidad específica
"Ambos modelos de negocio apuntan a públicos diferentes", explican desde HelpMyCash. "Si un propietario puede encargarse de las visitas y quiere vender una casa que tiene todos los documentos al día y donde no existen conflictos derivados de herencias o divorcios, puede ahorrar mucho dinero con las agencias online", aseveran. Si necesita un servicio integral, en cambio, deberá evaluar cuál de los dos modelos de negocio le sale más a cuenta.
Todo indica que las agencias online y las tradicionales coexistirán. Esto se debe a que cada vendedor tiene necesidades diferentes al momento de elegir una agencia. "La clave es encontrar la inmobiliaria adecuada para cada propietario, según sus necesidades particulares", concluyen los expertos.
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