Málaga sufre los efectos de un incendio que se desató este fin de semana en Sierra Bermeja. El alcance de sus llamas ha desplazado a cientos de profesionales a la 'zona cero' y ha forzado el desalojo de los habitantes de varios municipios. El desastre natural no desaparecerá sin causar daños, y el humo negro que se expande por el área podría afectar al sector inmobiliario. José María Basañez, presidente de Tecnitasa, señala a 'La Información' que la Costa del Sol será uno de los puntos que saldrán más afectados "al tratarse de un mercado basado en el valor paisajístico, tanto de la playa como de la sierra que la limita por el norte". En este sentido, Basañez explica que el fuego "va a afectar el valor de los inmuebles y, en consecuencia, a los de tasación, ya que estos se calculan según el método de comparación".
Ferran Font, director de estudios de pisos.com, considera que el efecto del incendio en el ladrillo será coyuntural: "No afectará a la estructura del sector inmobiliario, pero a corto plazo sí es posible que se devalúen los inmuebles o que algunos propietarios que necesiten vender rápido estén más abiertos a negociar el precio a la baja. Al tratarse de segundas residencias y zonas 'prime', es cierto que alguien que está comprando una casa que cuesta mucho dinero para pasar sus vacaciones no estará cómodo al ver lo que ocurre y probablemente decidirá esperar, pero el interés se recuperará".
La situación es distinta cuando se trata de desastres naturales que afectan a las estructuras de edificios. El experto considera que "estos sí tienen un efecto directo en los precios. Un ejemplo es el incendio de la torre Grenfell de Londres en el verano de 2017. La construcción se quemó por irregularidades en los materiales de construcción. Los materiales que tenían que aislar el edificio eran de baja calidad, y eso sí que tuvo consecuencias en los precios de la torre en cuestión y de todos los inmuebles que utilizaron los mismos elementos ignífugos en su construcción".
La evolución del fuego será crucial para el sector porque Málaga es, tras Madrid y Barcelona, el principal foco de inversión inmobiliaria en España, según lo últimos datos de los expertos de Savills Aguirre Newman. Y es que el país cuenta con más de 36.000 de viviendas con precios superiores al millón de euros y Málaga es la provincia donde más inmuebles de este tipo se pueden encontrar. Suponen el 23,1% del total, según los estudios de Idealista.
Una de estas es la urbanización Montemayor de Behavís, donde muchos compradores del segmente de super lujo -viviendas de más de cinco millones de euros- han puesto el ojo. A día de hoy existen viviendas a la venta por más de nueve millones de euros en los portales inmobiliarios y la mayor parte de las construcciones son chalets independientes de lujo.
Asimismo, el precio de las viviendas en primera línea de mar de Río Velerín, en Estepona, puede sufrir ajustes a la baja por los destrozos. Esta es una zona que puede presumir de una oferta inmobiliaria apropiada para la compra de segundas residencias vacacionales. Los inmuebles en venta destacan por sus vistas al Mediterráneo, terrazas, piscinas 'infinity' y jardines.
A la lista de zonas sitiadas por el fuego se suma Benalauria, que cuenta con pisos en venta por más de un millón de euros que atraen a compradores por la cercanía a un exclusivo club de golf, las vistas al mar y la proximidad a las montañas, que permite desconectar en medio de la naturaleza.
No se pueden dejar de lado a las joyas inmobiliarias de Marbella, una zona donde el valor medio del metro cuadrado es de 2.168 euros. Los precios del área han presentado una tendencia al alza en los últimos años con subidas del 5,49% en los últimos tres años, y del 14,72% cuando se revisan los cinco anteriores, según los datos de la tasadora Tinsa. Este repunte en la revalorización podría verse interrumpido por los daños en los parajes de alrededor.
Estas 'zonas doradas' han sido las más afectadas durante la pandemia. Los expertos señalan que el mercado de Málaga Capital experimentó buenos ritmos de venta y alta demanda, pero los activos de la Costa del Sol sufrieron una ralentización en las transacciones, por la ausencia de compradores extranjeros producto de las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de Covid. Ahora, el fuego amenaza la estabilidad de estos territorios.
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