El sector inmobiliario ha entrado en un momento de 'wait and see'. Los inversores, promotores y compradores han acotado su actividad a proyectos 'seguros' en ciudades como Madrid y Cataluña a la espera de conocer la evolución del mercado. Sociedad de Tasación ha publicado una nueva edición de su 'Mapa del Tiempo Urbanístico', un estudio que refleja dónde se ha detectado una mayor actividad y qué tipo de activos han acaparado más atención.
En cuanto a las comunidades 'favoritas', Cataluña mantiene una gran heterogeneidad en su actividad, con acusada diferencia entre la ciudad de Barcelona y las zonas de costa y el interior de las provincias de Gerona y Lérida. Barcelona ciudad se sigue erigiendo con uno de los principales focos de actividad. Sin embargo, los expertos señalan que la mayor parte de la actividad edificatoria corresponde a proyectos que obtuvieron licencia antes de la entrada en vigor de la norma que reserva un 30% del volumen promovido a vivienda de protección oficial. Los analistas del sector consideran que este cambio normativo podría estar motivando un freno a nuevas actuaciones, lo que, a nivel de mercado de suelo, se traduce en menor actividad, ausencia de nuevos desarrollos y estancamiento de precios en unos suelos que, con la nueva norma, se consideran menos rentables.
Por su parte, la Comunidad de Madrid ha mantenido el giro de la demanda hacia la vivienda unifamiliar, la autopromoción, las ubicaciones fuera del centro de las ciudades y la tendencia a la vivienda con espacios abiertos, zonas ajardinadas y terrazas. Los expertos han apreciado un interés en la mejora de las calidades, la eficiencia energética y la sostenibilidad de los inmuebles. En el caso de Madrid capital, El Cañaveral y la 'Ciudad Aeroportuaria-Parque de Valdebebas' son las zonas con más actividad edificatoria, y ambas todavía cuenta con suelo disponible para explotar. Otros desarrollos importantes son la 'Operación Calderón', 'Madrid Nuevo Norte', la Solada de Valdebebas, y 'Operación Campamento'. En el resto de barrios de la capital, las actuaciones se concentran en la rehabilitación y la renovación de edificaciones por la escasez de solares vacantes.
Un caso contrario es Baleares, donde todavía se puede palpar el golpe de la pandemia. Esta autonomía era una de las que ejercían, junto a Madrid y Barcelona, el rol de motor inmobiliario en España. Sin embargo, su crecimiento se ha visto frenado por la falta de turistas debido al coronavirus. La vivienda de lujo ha conseguido mantener una actividad relativamente estable, pero el resto del mercado residencial se ha visto muy afectado.
No se puede dejar de lado el análisis del comportamiento del sector en el País Vasco, por ser la autonomía con el metro cuadrado más caro. La comunidad ha mantenido su dinamismo tanto en la vivienda de obra nueva como en la de segunda mano. De igual forma, ha mantenido el ritmo edificatorio con presencia de promociones en curso en todas las principales ciudades con precios ligeramente al alza. Con relación a las ventas, destaca la situación de San Sebastián, que se mantiene como ciudad 'refugio', con un nivel alto de transacciones que involucran productos de lujo.
En cuanto a los activos, la vivienda de lujo apenas ha sufrido las consecuencias de la pandemia, mientras que la logística es el segmento que registra más actividad a nivel nacional. Este último sector es el único que está en movimiento, tanto a nivel de actuaciones edificatorias como de consolidación de suelo. El movimiento se ha notado sobre todo en Zaragoza donde diferentes operaciones de inversión, tanto durante 2021 como en 2020, están posicionando a este segmento como el de mayor dinamismo en la zona, con Amazon como uno de los principales actores.
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