Cambios de ordenación urbanística

Los planes del PSOE y UP que atrasarían todavía más Madrid Nuevo Norte

Los proyectos inmobiliarios podrían experimentar cambios de gran envergadura si el Gobierno de la Comunidad de Madrid cambia de manos tras las elecciones del 4 de mayo. 

Madrid Nuevo Norte Madrid Nuevo Norte (Foto de ARCHIVO) 21/2/2018
Los planes del PSOE y UP que atrasarían todavía más Madrid Nuevo Norte.
DISTRITO CASTELLANA NORTE

Ya van 27 años desde que el proyecto para transformar la zona de Chamartín salió a la luz. Los tres accionistas del proyecto -BBVA, Merlin Properties y el Grupo San José- tienen entre sus planes poner la primera piedra en las vías del tren durante los próximos meses, pero la coyuntura política ha emborronado el panorama para el conjunto de la obra. El PSOE y Unidas Podemos han manifestado su voluntad de incrementar la cuota asignada a la vivienda social en el proyecto, lo que requeriría de cambios de ordenación urbanística que atrasarían todavía más el reloj de los implicados. 

Del lado de PSOE, el programa del candidato Ángel Gabilondo lo dice todo. Entre sus objetivos está  impulsar los grandes desarrollos urbanísticos proyectados en la ciudad de Madrid. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que su equipo buscará aumentar el porcentaje de vivienda protegida, solucionar los posibles problemas de movilidad y asegurar un impacto ambiental positivo. Este tipo de cambio podría alterar el calendario que han marcado los gestores del proyecto. 

En Unidas Podemos sí ven posible paralizar grandes operaciones urbanísticas como Madrid Nuevo Norte. Los morados no ocultan su intención de pausar el proceso ya aprobado por todas las instituciones implicadas. El motivo es que consideran que se trata de un "pelotazo" que pasa por ceder suelo público a empresas cuando este podría emplearse para cuestiones que pueden ir en mayor beneficio de la ciudadanía. "Es posible detener el proyecto y modificar la ordenación urbanística. De hecho, eso supondría una nueva oportunidad para desarrollar una iniciativa pública en terrenos cuya titularidad es 80% pública", explican fuentes de la candidatura de Pablo Iglesias a 'La Información'. Un rechazo que los morados insisten en justificar con que el plan actual "atenta contra los principios fundamentales que deberían regir el desarrollo de las ciudades y la actuación de los entes públicos en nuestra sociedad".

Entre las cuestiones para detener los avances de la anterior Operación Chamartín, UP destaca que "una gran cantidad de suelo, hoy propiedad de la empresa pública ADIF, pasará a manos privadas". Después, según relatan, "se empleará en su mayoría para dos finalidades: construir un gran centro de oficinas de negocios de máxima categoría y viviendas de lujo". "No parece que tenga lógica alguna que las Administraciones Públicas transfieran derechos sobre suelo a un agente privado que termina beneficiándose de las plusvalías que obtendría con una recalificación realizada por otra Administración pública, en este caso, de carácter local", argumentan os de Iglesias.

La propuesta que plantearán a los electores es la de " abrir un proceso de debate público sobre el modelo de ciudad, en el que se definirán los nuevos conceptos estratégicos para el desarrollo de Madrid y los mecanismos de planeamiento y políticas municipales adecuados para desarrollarlos". Un proceso en el que abogan por incorporar la "participación ciudadana" sobre las obras y las reformas en el entorno de la Castellana y de la estación de Chamartín. Lo cual impulsarían a través de metodologías "para desarrollar la visión colectiva de futuro de los habitantes de Madrid".

Los tres accionistas de Distrito Castellana Norte (DCN), la empresa encargada de la megaobra, esperan poder comenzar los trabajos en las vías del tren este año, pero todavía está pendiente el desembolso de 216 millones de euros por parte de DCN a Adif para la compra de un terreno que permitirá el desarrollo urbanístico. En total, el desarrollo urbanístico abarca una superficie de más de tres millones de metros cuadrados y tiene cuatro ámbitos de actuación: la estación de Chamartín; el Centro de Negocios; Malmea-San Roque-Tres Olivos y Las Tablas Oeste.

La mayor parte de los esfuerzos están destinados, por ahora, a un 'hub' empresarial. Fuentes cercanas a la operación explicaron a este medio que la crisis económica desatada por la Covid -19 y el auge del teletrabajo han generado dudas hacia la decisión de poner el acento en las oficinas. Las interrogantes hacia el uso del suelo y el margen para cambiarlo han crecido  ante el posible cambio político en Madrid. El calendario estipulado corre peligro. 

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