Trucos y ahorro

Qué es la regla de las 40 veces para saber el alquiler que te puedes permitir pagar

Muchas entidades financieras aconsejan que el coste del alquiler no supere un cierto porcentaje de los ingresos mensuales.

Una vivienda.
Una vivienda.
Imagen de rawpixel.com.

El alquiler, sobre todo entre los jóvenes, es una constante en nuestro país. En este último año se ha registrado que un 59% de los jóvenes vive de alquiler y, según los datos del INE y de algunos portales inmobiliarios, en torno a un 26% de la población está alquilada. Por lo tanto, el pago de la mensualidad del alquiler es un gasto constante al que muchos ciudadanos deben hacer frente, independientemente de cuáles sean sus ingresos. 

Muchas entidades, como el Banco de España, aconsejan que esta cuota de alquiler no supere el 35% de los ingresos mensuales para poder tener una buena salud financiera, no ahogarse económicamente y ser capaz de pagar todos los gastos y vivir de manera desahogada. Ya se sabe que en muchas ocasiones esta premisa no se cumple o es imposible de cumplir, sobre todo en ciudades donde los alquileres se han elevado por encima de lo imposible. En Madrid y en Barcelona, los menores de 34 años tienen que destinar hasta el 60 y el 57% de su salario para pagar el alquiler.

Por esta misma razón, es importante antes de entrar en una casa de alquiler y firmar el contrato calcular si vamos a poder hacer frente al pago de la mensualidad. Una manera de poder calcularlo es utilizar la regla de las 40 veces, un truco propuesto por el portal inmobiliario Idealista.com

Economía sostenible

¿En qué consiste esta regla? En dividir nuestro sueldo neto anual por 40 para saber qué cuota de alquiler nos podemos permitir al mes. Por ejemplo, si cobramos 18.000 euros al año, podremos permitirnos un alquiler de 450 euros al mes. Seguir esta regla debería, al menos en teoría, contribuir a tener una economía sostenible. 

Al aplicar esta regla de las 40 veces y saber cuánto dinero podemos destinar cada mes al alquiler, es posible gestionar y calcular qué ingresos nos quedan para hacer la compra, pagar las facturas, el ocio y, por supuesto, ahorrar.

Sin embargo, la aplicación de esta norma no siempre es posible, ya que como se ha expuesto los precios de los alquileres no dejan de subir y, en muchas ciudades, el precio medio del alquiler se dispara por encima de estos umbrales. Por eso, a muchas personas no les queda más remedio que compartir piso o, en el caso de la mitad de los jóvenes (el 47%) por debajo de los 34 años, seguir viviendo en casa de sus familiares.

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