El paso del virus y los impagos de alquileres que conllevó han golpeado al beneficio de La Finca. La socimi que controla el grupo del mismo nombre que lidera Susana García Cereceda sufrió una reducción de su beneficio del 44,47% en los primeros seis meses del año con respecto al mismo periodo de 2020. Un golpe que viene motivado por esa caída de su negocio que lleva arrastrando desde que se declaró la crisis sanitaria. Una de las 'patas' de este golpe es el mítico restaurante Zalacaín, sociedad que estaba bajo su poder y de la que ejercía como casero. El cierre del local de restauración y el posterior concurso de acreedores que declaró la Justicia han motivado que La Finca tuviera que deteriorar hasta 211.000 euros en su balance por la imposibilidad de recibir la renta correspondiente por el mismo.
Como recogen los resultados semestrales de la firma que cotiza en el BME Growth, el beneficio de esta cayó a los 3,58 millones cuando un año antes este alcanzó los 6,46 millones de euros. El motivo principal de este giro está en el importe neto de su cifra de negocio, que de 25,5 millones de 2020 ha caído hasta los 22,6 registrados hasta junio de 2021. El descenso en el resultado de explotación también se deja notar en el balance, dado que el mismo ahora es de 8,2 millones, mientras que 12 meses estaba por encima de los 11 millones de euros. El resultado antes de impuestos es la otra cifra en la que se recoge este nuevo panorama, al haber descendido de 5,9 millones a apenas 3 millones.
La compañía que fundó Luis García-Cereceda y que ahora capitanea su hija Susana también ha experimentado una reducción de sus ingresos por esas rentas de arrendamientos que dejaron de percibir. Su labor de casero le reportó en el primer semestre 18,4 millones de euros. Esto implica que ingresó dos millones menos que en la misma etapa de 2020, donde superó los 20 millones por lo que le reportaban los alquileres que gestiona. Los gastos que repercuten a los arrendatarios descendieron a la vez hasta los 4,1 millones, 500.000 euros menos que hace un año. Unas variables que están detrás de caída del negocio 22,6 millones antes referida.
El dividendo se mantiene tal y como anunció Grupo La Finca el pasado mes de junio. Entonces, comunicó al mercado que repartiría entre sus accionistas 11,13 millones tras haber registrado previamente un beneficio neto de 11,74 millones de euros. El valor neto de la inversiones inmobiliarias se ha reducido levemente en cinco millones en este primer semestre, al haberse incrementado los inmuebles de arrendamiento, su amortización acumulada y los gastos de formalización por los alquileres. En total, las mismas han caído hasta los 562 millones de euros.
El caso de Zalacaín
La situación vivida con Zalacaín es una de las que aparece destacada en el informe de resultados de la compañía. El restaurante, que ahora está en manos del Grupo Urrechu después de que un juzgado de lo mercantil autorizase la operación, ha marcado la actividad del equipo de García-Cereceda en plena pandemia.
La empresa relata que acordó con su inquilina una novación con modificaciones del contrato de arrendamiento del local. Algo motivado por el impacto del virus, que mantuvo el restaurante cerrado durante meses. El importe final del aplazamiento acordado fue de 194.000 euros, que se pagarían mensualmente durante 2021.
Este plan se vino abajo con la declaración en noviembre de 2020 del concurso de acreedores. La decisión del Juzgado de lo Mercantil número 13 de Madrid impidió que La Finca tuviera acceso a lo que le adeudaban. Su respuesta fue la de deteriorar hasta 211.000 euros por las rentas que se iba a quedar sin percibir. Dicha cantidad se corresponde con los derechos de crédito devengados hasta la intervención judicial.
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