Ampliar el periodo de amortización

Subrogación de la hipoteca y ampliación del plazo cuando tienes más de 60 años

Es importante recordar que en la mayoría de los bancos piden que los clientes no superen los 75 años antes de terminar de pagar las cuotas correspondientes a la hipoteca.

Pareja mayor con una casa.
Pareja mayor con una casa.
©[Kindel Media de Pexels] a través de Canva.com

La hipoteca no es un producto estanco, es decir, puede modificarse en función de las necesidades del usuario. Puede ocurrir, por ejemplo, que por unas circunstancias concretas una persona necesite ahorrar y, para ello, la hipoteca puede ser una herramienta de lo más útil.

Pese a que en un principio cuando un usuario firma la hipoteca piensa que podrá asumir la cuota, lo cierto es que puede llegar un momento que necesite que se reduzca para poder solventar otros pormenores. Para esos casos existe la opción de ampliar el periodo de amortización de la hipoteca o, dicho de otra manera, pedirle al banco más tiempo para devolver el dinero prestado.

No todo es tan fácil. Para los bancos todas las operaciones conllevan su riesgo, y esta no iba a ser menos. La entidad debe estudiar si el usuario terminará de pagar la hipoteca, aunque se aumente el periodo de amortización. Hay que tener en cuenta que la respuesta no tiene por qué ser siempre favorable.

En caso de negativa por parte del banco se pueden estudiar otras alternativas. Existe la posibilidad de cambiar la hipoteca a un banco que ofrezca un periodo de amortización más amplio a través de una subrogación por cambio de acreedor. Se seguirá pagando el préstamo desde el momento en el que se dejó en la anterior entidad, pero con un plazo de devolución más amplio.

Pero… ¿Es una operación que puede llevar a cabo cualquier cliente? La edad puede ser un factor determinante en este caso. Hay que recordar que en la mayoría de los bancos se exige que el titular de la hipoteca no haya cumplido más de 75 años antes de terminar de devolver todo el dinero.

Por lo tanto, una persona que tenga 61 años y le queden 10 años para pagar la hipoteca es muy posible que no pueda solicitar una ampliación, debido a que estaría muy cerca del año límite. Es importante hacer este tipo de cálculos antes de empezar un proceso de ampliación de la hipoteca con la entidad. De esta manera se podrá evitar que la operación se eche atrás desde el primer momento.

Gastos de la subrogación

No solo la edad es un factor determinante, también hay que recordar que, al igual que cualquier trámite hipotecario, conlleva una serie de gastos que tendrá que asumir el cliente: tasación y notaría (675 euros) junto con la comisión propia de la subrogación (2% como máximo en la hipoteca fija y 0,5% en la variable). En total podrían ser unos 3.500 euros en el caso de un préstamo a tipo fijo y unos 1.000 en uno variable (calculado teniendo en cuenta el importe medio de una hipoteca contratada).

¿Merece la pena pagar ese coste? Si lo que la persona necesita por todos los medios ampliar el plazo y su banco no se lo permite, es una alternativa que puede considerar. Una opción sería pedir dinero prestado a familiares o amigos para poder afrontar los costes de la subrogación.

Además, el plazo no es lo único que se puede cambiar con una subrogación. Se puede conseguir un tipo de interés más atractivo y con mejores bonificaciones que las que contaba el cliente hasta ese momento.

En definitiva, lo importante es considerar todas las opciones y, sobre todo, asegurarse de que el banco no va a echarse a atrás por factores relacionados con la situación personal de un usuario, como puede ser la edad. A partir de ahí consiste en comparar y elegir el banco en el que se ahorrará más a largo plazo al realizar la subrogación.

Mostrar comentarios