Cuando una persona vive de alquiler en España, tiene la posibilidad de acceder a determinadas deducciones en la declaración de la Renta, por lo que puede ser interesante declarar esta situación. A nivel estatal, existe una deducción por alquiler de vivienda habitual, aplicable para quienes tengan una base imponible inferior a 24.107,20 euros y un contrato de alquiler firmado con anterioridad al 1 de enero de 2015. Por tanto, en la actual campaña del IRPF que empezó el 3 de abril y que finaliza el 1 de julio, puedes tener en cuenta estas aportaciones a la vivienda para pagar menos impuestos.
Esta deducción deberá aparecer reflejada en las casillas 562 y 563 de la declaración de la Renta, con una cuantía máxima del 10,05% sobre una base máxima de 9.040 euros al año. No obstante, hay que tener en cuenta que en cada comunidad autónoma se pueden ofrecer deducciones adicionales, como sucede en el caso de Madrid, donde existe una deducción de hasta 1.000 euros para los inquilinos que cumplen ciertos requisitos.
Cómo declarar el alquiler en la declaración de la Renta siendo inquilino
Los inquilinos están obligados a incluir el arrendamiento en la declaración de la Renta, al igual que los propietarios, pero en su caso deberán situarlo en el epígrafe “Rendimiento de capital inmobiliario”.
Es necesario ser consciente de las obligaciones legales como inquilino y recopilar siempre los documentos necesarios para su declaración, como puede ser el contrato de arrendamiento, los recibos del pago de alquiler y cualquier otro documento que pueda ser requerido por parte de las autoridades fiscales.
A la hora de presentar la declaración de la Renta como inquilino, hay muchas comunidades autónomas que aplican deducciones al alquiler, que cambian según las circunstancias personales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se deben aplicar las deducciones de la comunidad autónoma en la que se resida, y que cuando la deducción esté limitada por edad, se debe tener en cuenta la edad a 31 de diciembre.
Por otro lado, en aquellas ocasiones en las que la deducción sea para menores de una determinada edad, no se incluye a los que tengan esa edad, es decir, si se indica que es para menores de 35 años, se deberá tener un máximo de 34 años, no siendo válidos los 35 años.
Asimismo, si se comparte piso, cada contribuyente podrá deducir lo que haya pagado, es decir, la base para la deducción será lo que haya pagado cada una de las personas que comparte la vivienda, ya que todos pueden no pagar lo mismo. Asimismo, acostumbra a ser un requisito para desgravar el alquiler que el contrato haya sido registrado en la oficina liquidadora de la comunidad autónoma, así como habiendo depositado la fianza en el Instituto de la Vivienda que le corresponda.
Es habitual que entre los requisitos de las diferentes comunidades se encuentre edad e ingresos, aunque en otros casos se requiere una dación en pago. Las deducciones a aplicar para inquilinos van desde el 5% al 30% en función de la comunidad autónoma, con límites cifrados en 4.800 en el mejor de los casos.
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