A partir del próximo 1 de junio, los supermercados de Francia estarán obligados a señalizar los productos en los que se haya reducido el peso o el volumen. Esta medida se toma como respuesta a la estrategia de varias marcas de mantener el mismo precio pero ofrecer menos cantidad de producto para que el encarecimiento no sea tan aparente.
Así, el Gobierno francés ha concluido que se deberá utilizar una señalización específica para combatir este fenómeno, conocido como 'shrinkinflation' (del verbo 'shrink', reducir, e 'inflation', inflación en inglés). La iniciativa afectará a todas las tiendas de más de 400 metros cuadrados.
Estas grandes superficies deberán incorporar el aviso a los consumidores en todos los productos envasados que hasta ahora hayan incluido una cantidad constante pero hayan reducido el tamaño recientemente. Las tiendas también deberán especificar cuál ha sido el recorte de volumen o peso y la evolución del precio por unidad de medida.
Se trata de que quede bien en evidencia si la modificación del formato ha servido para encarecer el precio. Estarán afectados los alimentos y otros productos no alimentarios que se comercializan en una cantidad constante, pero no los envasados en cantidades variables o los que se venden a granel.
El incumplimiento de esta nueva regla podrá ser sancionado con multas de 3.000 euros, si el infractor es una persona, y de 15.000 si es una empresa.
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