Las criptomonedas no han dejado de caer durante los meses de abril y mayo. Bitcoin ha perdido un 13% de su valor en los últimos treinta días, y cotiza ligeramente por encima de los 60.000 dólares tras haber llegado a cotizar por encima de los 73.000 dólares a mediados de marzo. Mientras tanto, Ethereum, otra de las criptomonedas más importantes, intenta estabilizarse en los 3.000 dólares. Abril y las primeras semanas de mayo están siendo particularmente difíciles, marcando la primera caída en volumen de negociación en siete meses, según los datos del proveedor de datos digitales CCData.
El volumen combinado en los mercados al contado y de derivados de criptomonedas descendió un 43,8%, llegando a 6,58 billones de dólares, un notable descenso desde el máximo histórico de 9,12 billones en marzo. Este retroceso se atribuye en parte a las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y la desaceleración en las entradas de capital en fondos cotizados (ETF) de bitcoin al contado.
Pese a ello, el último dato de creación de empleo en Estados Unidos más débil de lo previsto y la promesa del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, de que los tipos de interés no subirían en un futuro cercano han apoyado a los activos de riesgo como bitcoin que ha conseguido remontar un 7% desde el 1 de mayo cuando cotizaba en 57.000 dólares.
Llegan los primeros fondos españoles para invertir en cripto
A pesar de estas caídas, el auge de las criptomonedas y el apetito inversor se mantienen con paso firme. Bitcoin es el activo más alcista en 2024 con una subida del 45% y del 128% en los últimos doce meses. Esto ha coincidido con la llegada este año de los primeros ETF sobre bitcoin.
Un ETF de bitcoin es un fondo que cotiza en bolsa y que sigue el precio de bitcoin. A diferencia de comprar bitcoin directamente, donde el inversor posee la criptomoneda, un ETF (de las siglas Exchange-Traded Fund) permite a los inversores exponerse a su valor sin poseerla realmente. La ventaja principal es que permite a los inversores exponerse al precio del bitcoin sin tener que comprar y almacenar la criptomoneda directamente, eliminando así los desafíos de seguridad y custodia asociados con el manejo de criptomoneda.
Mientras las dos grandes gestoras, BlackRock y Fidelity, pugnan por captar la mayor cuota de mercado posible con ETFs que capitalizan alrededor de 1.000 millones de dólares, tres fondos de inversión españoles y uno andorrano han tomado la iniciativa, cada uno con características distintivas.
El más reciente esfuerzo proviene de Morabanc, que ha introducido el Mora Bitcoin Fund. Anunciado el pasado 24 de abril, este fondo destaca por su enfoque en la ‘inversión física’ en bitcoin, concentrándose exclusivamente en la criptomoneda de mayor capitalización. Por el momento, el fondo está disponible solo en Andorra.
Casi al mismo tiempo, Renta 4 anunció el lanzamiento del Renta 4 Cripto FIL. Según recoge en su folleto, este fondo apunta a mantener al menos un 90% de su exposición en criptomonedas a través de instrumentos financieros cotizados, como ETPs (Exchange Traded Products), y ETFs, centrándose principalmente en bitcoin y ethereum. Con una inversión mínima de 30.000 euros, el fondo excluye memecoins y stablecoins y está dirigido a inversores profesionales.
A principios de verano de 2023, A&G Fondos lanzó el Criptomonedas FIL, un fondo de inversión libre que busca ofrecer una exposición eficiente y sencilla a las criptomonedas, minimizando los riesgos asociados con la custodia y la fiscalidad. El fondo invierte entre un 50% y 100% en criptoactivos a través de instrumentos financieros y la rentabilidad acumulada en seis meses es del 67%.
Otro fondo muy vinculado al mundo cripto es el Gestión Boutique VI Opportunity con una rentabilidad del 95% en un año. El fondo, gestionado por Andbank Wealth Management tiene como posiciones estrella valores ligados a las criptomonedas, como Coinbase, una de las mayores plataformas de negociación de criptos o MicroStrategy, una empresa con su tesorería invertida en bitcoin. Pese a su fuerte exposición, no es un fondo cripto 100%. También invierte en otras compañías del sector financiero, en empresas de consumo cíclico, ligadas a la energía, y en tecnológicas.
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