Hay que remontarse hasta el peor momento de la pandemia de coronavirus, allá por abril de 2020, para observar una caída de la producción industrial superior a la que se registró el pasado mes de marzo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este miércoles que este indicador, que mide la evolución mensual de la actividad productiva de las ramas industriales salvo de la construcción, se hundió un 11,3% en relación al mismo mes de hace un año, rompiendo con dos meses de alzas. Con todo, la caída se ve muy afectada por el efecto calendario.
Este retroceso -que sólo puede compararse con el 28% que la producción industrial se desplomó en abril de 2020- se produjo en un contexto de fuerte tirón de la economía española por el empuje del sector servicios y, en concreto, del consumo y de las exportaciones. Este buen desempeño habría permitido al PIB crecer al 0,7% trimestral de enero a marzo, según el avance de la Contabilidad Nacional publicado recientemente por Estadística.
La industria, que es la actividad que más ha sufrido tras la recuperación de la Covid, vio empeorar los datos de producción en todos los sectores, si bien las mayores caídas se dieron en los bienes de consumo duradero (-18,7%) y en los bienes de equipo (-15,6%), seguidos de los bienes intermedios (-15,6%), de los bienes de consumo no duradero (-8,3%) y de la energía (-7%).
Si se corrigen los efectos estacionales y de calendario (la Semana Santa cayó este año a finales de marzo y el pasado se celebró en abril) la producción industrial modera su descenso en marzo hasta el 1,2% interanual. En relación al mes previo y dentro también de la serie corregida la producción industrial se redujo un 0,7%. Este indicador retrocedió en todas las comunidades autónomas, si bien los mayores retrocesos se registraron en Comunidad Valenciana (-18,6%), Cantabria (-18%), Extremadura (-17,5%) y La Rioja (-16,9%). En el lado opuesto se situaron Castilla y León (-1,1%), Galicia (-4,5%), Canarias (-4,8%) y Cataluña (-7%).
En un entorno de dificultades para la industria europea en general por el alza de los tipos de interés (se trata de un sector que depende mucho de la financiación), la debilidad de las principales economías de la región y la incertidumbre, el VII Barómetro Industrial, elaborado por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) con la colaboración de la Fundación Caja de Ingenieros, apuntaba a que el 74% del sector considera que el debilitamiento de la industria española se debe a cuestiones estructurales.
Más de la mitad de los ingenieros citaban, en concreto, la pérdida de competitividad como principal motivo de la merma del peso de la industria en el PIB español, seguido de un 30% que cree que se debe a la falta de inversión en el sector industrial (I+D+i). El informe constata que la recuperación de la industria española ha sido más débil de lo que se podría esperar.
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