El contrabando de tabaco duplica su negocio en un año

  • El consumo de tabaco en España está en caída libre. La ley anti tabaco, la subida de precios, el alza de impuestos y la propia crisis económica han golpeado a un sector que advierte sobre el incremento del tráfico ilegal de cigarrillos.
Las ventas de cigarrillos se desploman un 25% en el primer trimestre
Las ventas de cigarrillos se desploman un 25% en el primer trimestre
Álex Medina R.

Si el mercado del tabaco en España fuera una sola cajetilla, al menos uno de sus veinte cigarrillos vendría del mercado negro, bien a través de la venta fraudulenta de productos extranjeros, bien en paquetes falsificados.

Hace un año, antes del triple recrudecimiento para los fumadores provocado por la crisis, la ley de tabaco y la subida de los impuestos, el contrabando suponía algo más del 3%.

Doce meses después, que han llevado a incrementos de hasta un euro en el paquete de cigarrillos (el 34% desde 2009), el tráfico ilícito supone casi el 6% de un sector con caídas en la venta legal del 25%.

En suma, alrededor de 4.320 millones de pitillos (valorados en unos 720 millones de euros) escapan a la recaudación estatal "y agravan el problema del sector", ha concluido Analistas Financieros Internacionales en un estudio realizado sobre la fiscalidad del tabaco en España para British American Tobacco (productora, entre otros, de Lucky Strike y Pall Mall).  

Como uno de los datos colaterales que explicarían el aumento del tabaco ilegal en los últimos tiempos, AFI destaca que las provincias donde mayores descensos de venta regulada se producen son, precisamente, aquellas que tradicionalmente han servido de puerto de entrada al contrabando, es decir, las de Andalucía occidental y las gallegas.

Más concretamente, Cádiz, con un 31,3%, es la que se anota la mayor caída interanual de ventas legales en febrero de toda la península.¿Y de dónde viene el volumen de falsificados? Sobre todo, de China.  

Un sistema más justo

El incremento exponencial del tabaco ilegal es una de las principales consecuencias del "ineficiente" sistema tributario que soporta este producto en el país, ha señalado José Antonio Herce, socio de AFI y director del Área de Economía Aplicada.

La principal paradoja, en cambio, es que España es de los países con mayor incidencia fiscal sobre el tabaco pero donde menos se refleja en su recaudación posterior.

El resultado es que las previsiones de ingresos del Gobierno se truncan y para este año se augura una reducción de hasta 1.000 millones, "algo especialmente preocupante en un momento en que debemos cumplir con los objetivos de déficit", ha subrayado Herce.

AFI va un poco más allá y considera que si el Ejecutivo hubiera aplicado una fiscalidad "más equilibrada" en los últimos años, la ganancia agregada en recaudación hubiera alcanzado los 2.000 millones. Eso, contando las caídas generales de consumo, que en el primer trimestre iban a un ritmo superior al 20%.

Y cuando las previsiones fallan, se revisan los precios. El director de Asuntos Corporativos de BAT España, Juan José Marco, teme que el Ejecutivo vuelva a tocar los impuestos y por eso justifica la reciente subida de precios de su compañía.

 "Le estamos diciendo al Gobierno que ésa es la senda, que no suba más impuestos o ésta será la última vez que subimos los precios. Lo próximo será una bajada y lo notarán en la recaudación".

Lo cierto es que la fiscalidad del tabaco es una maraña en la que, a día de hoy, una subida de diez céntimos en una cajetilla, "supone que el Estado se lleva ocho céntimos, con lo que nos da igual subir o bajar porque nuestro margen es mínimo".

Desde la compañía americana BAT se espera que el resto de multinacionales siga el ejemplo de subir los precios, "porque otra alza de impuestos se cargaría el mercado".

A esta situación se ha llegado después de que haya crecido la carga fiscal un 39% entre 2005 y 2009 y otro 34% entre 2009 y 2011. Los precios han casi calcado estas cifras en un 29% y un 32%, respectivamente.

En líneas generales, la imposición sobre el tabaco es ligeramente superior en España que la media europea, lo que deja unos precios algo menores pero una recaudación claramente por debajo.

La paradoja se resuelve observando las cuatro figuras fiscales que gravan este sector: el impuesto ad valorem (directamente proporcional al valor de la cajetilla), el específico del tabaco, el mínimo y el IVA. "Al estar desequilibrada la estructura, las subidas impositivas no redundan en una mayor recaudación directa", concluye AFI.

Según los analistas, el impuesto ad valorem es demasiado alto y el mínimo "se actualiza a saltos". Lo ideal sería bajar el primero e "introducir una estabilidad en los incrementos, tal y como hacen los demás países de Europa", que vinculan las subidas a la inflacion y al precio medio de los productos.

"Alemania hizo lo mismo que España hace cinco años y ha tenido que rectificar", avisan desde BAT. "Aquí se arrastra una situación de monopolio por Tabacalera y eso se nota en la imposición ad valorem. Eso es lo que hay que cambiar", apunta el responsable de la fabricante de Lucky Strike en España.

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