Cada vez más desiguales: la brecha entre ricos y pobres daña la economía, dice la OCDE

    • Según apunta la OCDE en su informe'Por qué menos desigualdad beneficia a todos', la brecha entre ricos y pobres no ha hecho más que crecer en los últimos 30 años.
    • Esta brecha se ha ampliado en los años de la crisis económica. Ahora, los ricos ganan 9,3 veces más que los más pobres.
Un hombre maneja un fajo de billetes de dólares americanos
Un hombre maneja un fajo de billetes de dólares americanos
AFP

La desigualdad no va camino de desaparecer. Y nuestras economías se resentirán por ello. Es lo que argumenta la OCDE, en un informe publicado este jueves: en él, asegura que desde la década de los 80, nos hemos convertido en una sociedad más desigual: los ricos ganan más, y los pobres son más pobres.

En concreto, si en la década de los 80 el 10% más rico de la población ganaba 7 veces lo que ganaba el 10% más pobre, ahora esa proporción se ha disparado al 9,3. En 30 años, nunca hemos sido más desiguales que ahora.

Según los datos de la Organización de los 34 países que ha examinado, el 10% de los más favorecidos posee el 50% de la riqueza, mientras el 40% de los más pobres solo tiene el 3% de la misma. Y no hemos mejorado la situación: así, el mundo era un lugar más egalitario en la década de los 80 que ahora.

En su estudio 'Por qué menos desigualdad beneficia a todos', la OCDE ha analizado esta brecha creciente, que se ha acentuado en los años de la crisis. Según calcula la OCDE: entre 2007 y 2011, todas las capas de la sociedad vieron caer sus ingresos, pero los ricos perdieron menos.

Centrándose en estos últimos años, el estudio apunta a que la crisis nos ha empobrecido. En España, por ejemplo, los ingresos en las familias bajaron una media del 3,5% anual en ese periodo, una de las bajadas más altas, pero lejos del caso de Grecia, por ejemplo, donde bajaron hasta un 8% cada año. Esto se debió, señala la OCDE, debido al incremento de la tasa de paro, no tanto por el descenso de los salarios.

Unas cifras que reflejan la mala situación, pero que son sólo medias. Así, la OCDE se ha centrado en los que más han sufrido el embate de la crisis: las personas con salarios más bajos. En España, aquellos en el 10% más pobre de la sociedad vieron caer sus ingresos un 13%, frente al descenso del 1,5% anual que experimentó el 10% de los españoles más ricos.

Una situación que en otros países es aún más desigual. Así, en Francia, Dinamarca, Austria y EEUU, los años de la crisis vieron un aumento de los salarios más altos, mientras que los más bajos vieron como caía su poder adquisitivo.

Otra de las medidas que ha utilizado la organización para evaluar el impacto de la crisis es el índice de pobreza: en España, la tasa de pobreza se duplicó hasta un 18% entre 2007 y 2011.La desigualdad nos hace más pobres

El objetivo del estudio publicado por la OCDE es la de remarcar una idea: la desigualdad no beneficia a nadie. A mayor brecha entre ricos y pobres, menos crecen las economías. Según argumenta, que los salarios caigan en la parte baja de la tabla hace que toda la sociedad 'pierda pie'.

Hace falta diferencia entre ricos y pobres, para incentivar a la gente a trabajar duro, estudiar, tomar riesgos, emprender y querer mejorar sus vidas, asegura, pero si esta brecha es muy grande, daña a los pobres: no tienen suficiente dinero para una buena educación, por ejemplo, perpetuando su pobreza, ni para invertir o pedir dinero prestado, algo que les permitiría acceder a más oportunidades. Algo que ve ondas expansivas en la economía en general.

Así, la OCDE argumenta que esta falta de oportunidades de la escala más pobre de la sociedad nos daña a todos: si hay pobres más pobres, estos no pueden aportar tanto a la economía: no estudian en universidades, por ejemplo, y no generan riqueza con sus salarios, ya que estos seguirán siendo bajos. La precariedad laboral, en auge

Según apunta en su estudio la OCDE, en los últimos años ha cambiado el mercado laboral: cada vez hay menos personas con puestos fijos y a tiempo completo. De hecho, apuntan que los empleos temporales o a tiempo parcial conforman un tercio de todos los empleos. Proporción que, no obstante, varía por países.

Así, llegan hasta el 46% en países como Holanda o Suiza, y baja hasta el 20% en los países del este de Europa. Y es un fenómeno que ha ido en aumento, desde la década de los 90, la mitad de los empleos creados eran de este tipo. Proporción que aumenta hasta el 60% en los años de la crisis.

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