Canon cambia Europa y las cámaras de fotos por China y los equipos médicos

  • La compañía japonesa ha dado un giro radical a su negocio con el nuevo plan estratégico 2011-2015: Japón y China serán sus principales mercados, mientras que sus cámaras e impresoras cederán protagonismo ante la tecnología médica. Todo con un único objetivo: convertirse en una de las cien compañías con mayor volumen de ventas del mundo.
Ana P. Alarcos

Canon, la compañía de tecnologías de imagen, ha presentado en París su plan estratégico para los próximos cinco años y, en él, la firma japonesa plantea un giro de 180 grados a su modelo de negocio. Entre 2011 y 2015, la empresa va a congelar sus negocios en Europa y Estados Unidos (que representan más de la mitad del total) y también va a aparcar sus productos tradicionales (cámaras, escáneres e impresoras) para apostar, entre otras cosas, por la tecnología médica.

Todo ello con el fin de alcanzar un volumen de ventas de 5 billones de yenes en 2015 (unos 43.000 millones de euros), una cifra un 56% superior a la que ha registrado la compañía a cierre de 2009 (de 3,2 billones de yenes). Sin embargo, todo este plan de crecimiento prácticamente supone volver a los niveles de 2007, cuando Canon facturó 4,48 billones de yenes. Desde entonces, la firma ha vivido una cuesta abajo que ahora pretende reconducir con una expansión geográfica y con nuevas apuestas de negocio.

Incluso, la compañía podría entrar en el top 100 de las empresas con mayor volumen de ventas del mundo, un ránking en el que ya están Philips o Siemens.

Durante la presentación del plan de negocio en la capital francesa, el presidente y consejero delegado de la compañía, Fujio Mitarai, ha desgranado cómo va a conseguir sus objetivos para los próximos cinco ejercicios.

En este sentido, una de sus principales apuestas es reforzar el mercado japonés–el suyo propio, que representa el 22% del negocio mundial- y el chino -que aumentará su peso actual-. A cambio, Canon deja aparcados los mercados de Europa y Estados Unidos, donde su negocio se ha visto muy afectado por la crisis.

De hecho, el propio Mitarai ha asegurado que “Asia pasará de ser la fábrica del mundo a ser al mercado del mundo”. Y no le faltan razones para pensarlo. El presidente de la firma nipona vaticina que la economía china seguirá creciendo más de un 10% en los próximos años, mientras que la nipona, mucho más moderada, se sostendrá gracias al filón tecnológico del país y al impulso de las economías emergentes vecinas.

Pero la compañía tampoco descarta abrir nuevos horizontes. En esta línea, Canon podría aumentar su presencia en Rusia o África, dos mercados atractivos para la compañía por sus perspectivas de crecimiento. Según el presidente, la economía rusa crecerá por encima del 4% durante los próximos años, mientras que la economía africana ha recibido un impulso importante gracias al Mundial de fútbol, que se verá apoyado por los grandes recursos naturales de la zona.

Las radiografías ganan el pulso a los flashes

Esta reorganización de los mercados va acompañada de nuevas apuestas de negocio. A pesar de que los productos más conocidos de Canon son las cámaras, las impresoras y los escáneres (que representan casi el 40% de sus ventas), la empresa japonesa está inmersa en el desarrollo y la venta inminente de aparatos de tecnología médica (sensores, aparatos de rayos X, aparatos basados en el diagnóstico de enfermedades, e incluso de máquinas lectoras de ADN…). De hecho, esta nueva área de negocio, que lleva años metida en laboratorios, se convertirá en una pieza angular de esta nueva etapa.

Esta apuesta se debe a la fuerte política de inversión en I+D que Canon ha seguido en los últimos años (a la que dedica cerca del 9% de las ventas totales). En esta línea, la compañía nipona está estudiando la creación de robots inteligentes que sirvan para conocer el comportamiento humano, así como el desarrollo de tecnología vinculada con los sistemas de seguridad.

Por último, Canon también está trabajando en reforzar su área de productos y servicios a las empresas. En esta materia, se centrará en la gestión de documentos, a través de un servicio inteligente que permite a las empresas reducir el procesamiento manual de documentos y su recuperación instantánea. Esta estrategia es fruto de su unión con Océ el pasado mes de marzo -cuando se convirtió en su principal accionista-, una compañía puntera en materia de gestión documental e impresión para profesionales.

Además, Canon se muestra conservadora y también apuesta por la contención de costes. No vaya a ser que haya un nuevo periodo de vacas flacas. De hecho, la firma nipona ya se ha apretado el cinturón en este ejercicio, y ha mantenido sus costes en el mismo nivel que en 2006, justo antes de que estallara la crisis. Para mantener esta estrategia en los próximos años, Canon reducirá, por ejemplo, los costes de transporte y de inventarios.

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