Amancio Ortega se queda solo: las grandes fortunas seguirán con sus sicav

  • La decisión de Amancio Ortega de liquidar sus dos sicavs históricas no arrastrará al resto de grandes fortunas a aplicar la misma fórmula, según los expertos. Éstos creen que la decisión responde a unos intereses muy particulares y que, a pesar de la crisis, las sicav siguen gozando de buena salud. 
E.Utrera

Amancio Ortega había empezado a trasvasar su patrimonio desde sus sociedades de inversión de capital variable –sicavs- Keblar y Alazán a otros activos en 2008. Aunque la liquidación de los dos vehículos que durante años han acaparado el patrimonio de la primera fortuna de España era cuestión de tiempo, la decisión definitiva ha abierto el debate sobre el futuro de unas figuras tan polémicas como impopulares.

¿Seguirá el ejemplo el resto de grandes fortunas? ¿Es la sicav un producto en vías de extinción? Los expertos creen que no. Es más, consideran que a pesar de la dureza de la crisis económica y de la necesidad de liquidez de los grandes patrimonios, las sicavs gozan de una salud relativamente buena.

“Lo de Ortega responde a intereses particulares. Tras el cambio fiscal de septiembre que modificaba la fiscalidad de las reducciones de capital, un mecanismo que él usaba constantemente, ya no tenía sentido que mantuviera Keblar y Alazán”, asegura el responsable de gestión de patrimonios de una firma independiente, que prefiere no ser citado.

Efectivamente, el Gobierno ha puesto la lupa en las reducciones de capital mediante la devolución de aportaciones. Una fórmula que permite a las grandes fortunas retrasar la tributación sine die y que dejará de ser efectiva el próximo uno de enero. Sin embargo, la fiscalidad de los beneficios de una sicav sigue igual: paga el 1% en el impuesto de sociedades.

Por esto último el mismo directivo recuerda que lo peor para las sicavs ya ha pasado. “Otras grandes fortunas no seguirán el ejemplo. Ya hubo un parón antes de conocer el alcance de las modificaciones aprobadas por el gobierno, que fueron las más suaves posibles. Se puede decir que la vida sigue igual. Ahora la gente está tranquila, se constituyen más sicavs y la gente compra con fluidez. La decisión de Ortega es absolutamente puntual”.

El mercado se pregunta a qué atiende la decisión del accionista mayoritario de Inditex. José María Mollinedo, secretario general de los técnicos de Hacienda, explica que la razón no es de carácter fiscal porque “las modificaciones introducidas por el gobierno no afectan al régimen general de las sicavs. Las ventajas se mantienen”.

Dos motivaciones

Mollinedo conjetura que puede haber dos motivaciones. Una, muy generosa: “Ha movido ficha para evitar que su negocio no se vea dañado por un problema de imagen, por la impopularidad de las sicavs”. Y otra, más crematística, que consistiría en trasladar su patrimonio a una sociedad colectiva de inversión inmobiliaria “con una fiscalidad tan ventajosa como la de una sicav, pero para invertir en activos inmobiliarios”.

Efectivamente, Ortega ha asegurado que los alrededor de 170 millones de euros que libera en sus dos grandes sicavs se destinarán a nuevas inversiones, especialmente en el sector inmobiliario.

Pontegadea, que es su brazo ejecutor en el sector del ladrillo español, anunció ayer la compra de una cartera de sucursales bancarias a ISC Freshwater Investment por unos 55 millones de euros, procedentes de la cartera de oficinas de Banco Sabadell que el holding adquirió por 400 millones el pasado mes de abril.

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