La receta de inversión del mejor gestor de fondos durante la crisis

  • Carmignac, la gestora que ha cosechado más éxitos en los últimos tres años, apuesta por una estrategia de inversión centrada en la deuda pública de países como Turquía o Sudáfrica, en divisas como el franco suizo y en los emisores privados de crédito de los países emergentes. 
Ana P. Alarcos

Carmignac, la gestora de fondos que ha salido más airosa de la crisis, ha explicado cuáles son los ingredientes que forman la mejor receta de inversión adaptada a los tiempos que corren. Al menos,  la fórmula es la misma que la firma francesa está utilizando en Carmignac Global Bond, uno de sus fondos de renta fija internacional, que ya cuenta con un patrimonio que supera los 236 millones de euros.

Según Charles Zerah, gestor de este fondo, la estrategia de inversión debe estar basada en tres motores. Por un lado, en obligaciones del Estado (es decir, deuda pública) de algunos países emergentes como Turquía, Indonesia o Sudáfrica.

Por otro lado, Zerah recomienda apostar por las divisas internacionales, con el franco suizo a la cabeza. Y, por último, el gestor cree que también hay que tomar posiciones en los emisores de crédito de los mercados emergentes en general.

En cuanto a la apuesta por las obligaciones de los estados emergentes, el experto de Carmignac asegura que "la deuda pública de los países desarrollados ha estallado. Sin embargo, la de los emergentes está muy ajustada. Sus presiones fiscales no son tan elevadas y se pueden permitir seguir creciendo sin disparar su déficit".

Pero, para la gestora de fondos, no todos los mercados emergentes son igual de atractivos. En principio, Turquía, Indonesia y Sudáfrica encabezan la lista. La deuda pública a diez años de estos  países ofrece una rentabilidad de entre un 8% y un 15%, una cifra elevada que, además, cuenta con otro punto a favor: los indicadores de confianza de estas economías se están recuperando a un ritmo muy rápido.

Frédéric Leroux, responsable de la gestión de riesgos de Carmignac, refuerza este argumento al resaltar que "la macroeconomía de estos países es mucho mejor a la de los países desarrollados. Por ello, los flujos de capitales seguirán encaminados hacia estos mercados, lo que favorece a las inversiones".

En cuanto a las divisas internacionales, la gestora gala recomienda centrar esfuerzos en el franco suizo. "Es un valor refugio, como el yen japonés. Además, es correlativo al precio del oro, que pensamos que va a seguir al alza", asegura Zerah.

La compañía también se decanta por las divisas de los países emergentes. Esta vez, el motivo de la elección lo da Leroux: "las reservas de divisas en estos países va a seguir creciendo, al igual que la liquidez en sus mercados". De hecho, en lo que se refiere a la inversión en divisas, el 75% de su cartera está expuesta al euro y a las monedas emergentes.

En cambio, Carmignac no tiene pensado apostar por el dólar. De hecho, la moneda estadounidense le jugó una mala pasada en el trimestre anterior. "Habíamos apostado por una sobreexposición por el dólar y contra el euro. Pero nos equivocamos y, por eso, nos hemos convertido en vendedores de dólares", puntualiza la gestora.

Por último, la firma francesa también recomienda apostar por los emisores privados de créditos. A ser posible, de países emergentes. Según explica Zerah, la rentabilidad de estos emisores suele ser más elevada que la de los países desarrollados.

Además, cuenta con unas perspectivas de futuro prometedoras. "El sector bancario de los países emergentes es una buena apuesta. Hay que posicionarse en él  porque se va a beneficiar del aumento del consumo y de la necesidad que van a tener sus ciudadanos de pedir créditos", concluye el gestor.

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