Una tercera parte de las cajas agoniza en el abismo del bono basura

Tan criticadas como necesarias, las agencias de rating han dado la estocada al sector de las cajas de ahorro al haber situado la nota de su solvencia en niveles mínimos.

En las revisiones que han llevado a cabo este año, tanto Moody's como Fitch (Standard&Poor's prácticamente no trabaja con ninguna caja) han vapuleado la nota de la deuda de estas entidades, hasta el punto de que casi una tercera parte (9 de las 32 que tienen contratados los servicios de estas agencias) agoniza en el abismo del bono basura. (clica ver aquí todos los rating del sector)

Moody's, la más activa en los últimos tiempos, ha relegado a seis cajas al último escalón de inversión, Baa3, un nivel por debajo del cual, a partir de Ba1, se considera que la entidad afectada es un activo de riesgo o especulativo.

En este infierno han caído, según la agencia estadounidense, Catalunya Caixa y CAM. Las dos cajas figuran entre las más débiles del sector y, de hecho, se han visto obligadas a recurrir al rescate del Estado para seguir en pie.

Más sorprendente resulta la nota de Baa3 que Moody's ha puesto a BBK, ya que la entidad vizcaína es una de las más solventes del panorama financiero español y goza de uno de los ratios de core capital más elevados.

Esta misma nota fue impuesta también a Caja Ávila, Caja Municipal de Burgos, Caja Segovia, Caja España-Duero y NovacaixaGalicia.

Ésta última, junto con Unnim, ha visto como Fitch también le ha dejado a un paso del bono basura, castigo del que no se ha librado CAM por parte de Fitch.

Golpe a la búsqueda de socios

Estas bajas notas golpean directamente los planes de las cajas de buscar socios privados que les aporten el dinero exigido por el Banco de España al sector para recapitalizarse y alcanzar los nuevos niveles de solvencia impuestos a las cajas (10% de core capital, frente al 8% de los bancos y el 5% que pide la autoridad europea).

Prácticamente todo el sector necesita nuevas inyecciones de dinero para sobrevivir y cuatro entidades han caido ya en los brazos del Estado ante su práctica incapacidad de conseguirlo por otras vías.

Se trata de CAM, que ha solicitado 2.800 millones al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), Catalunya Caixa, que ha pedido 1.718 millones adicionales a los 1.250 millones que ya ha recibido; y Novacaixagalicia, que recibirá 2.622 millones (ya había pedido 1.162 millones).

Unnim, por su parte, tiene abierta la puerta a solicitar 568 millones del Estado, aunque la entidad insiste en que intentará encontrar una solución con socios privados hasta el último momento.