Bruselas aprovecha el rescate para liquidar el paraíso fiscal instaurado en Chipre

    • Chipre hizo fortuna como destino de grandes patrimonios y multinacionales a la busca de rebajar su factura fiscal.
    • Bruselas aclara a las autoridades chipriotas tras el rescate que deberán reconstruir su economía sobre bases nuevas.

El acuerdo para el rescate de Chipre incluye la restricción de los movimientos de capitales en el país.
El acuerdo para el rescate de Chipre incluye la restricción de los movimientos de capitales en el país.

"Chipre es ampliamente reconocido como uno de los países más beneficiosos para la ubicación de sociedades holding y se ha convertido en un destino preferente para estructuras de planificación fiscal".

Asívendía hace unas semanas el país mediterráneo a sus clientes una prestigiosa consultora internacional, como ubicación 'preferente' para el desarrollo de sus estrategias para pagar menos impuestos.

El párrafo deja bien claro el papel de Chipre en el flujo internacional de capitales: sede de multinacionales a la busca de rebajar su factura fiscal y refugio de grandes patrimonios hartos de pagar los elevados impuestos que se estilan en sus países de origen.

En definitiva, la operativa clásica de un paraíso fiscal, "sólo que dentro de la UE, con el plus de seguridad jurídica y económica que eso garantiza a las empresas y particulares que alojan allí sus capitales", matiza Francisco Javier López, socio de Apreblanc Asesores, consultora especializada en prevención de blanqueo de capitales.

Un plus que permitió al país por ejemplo salir de la lista de paraísos fiscales de la OCDE y sacudirse el cartel de jurisdicción poco colaboradora en la lucha contra el fraude, aún cuando su comportamiento en este campo diste mucho de ser ejemplar como demuestra el hecho de que todavía figure en la lista española de paraísos fiscales, una de las más rigurosas del mundo.

Esa confluencia de factores, un marco fiscal atractivo y la pertenencia a Europa del euro, ha sido la clave sobre la que se ha asentado el auge del sector financiero local, que en la última década ha incrementado su tamaño hasta multiplicar por cinco el del PIB del país, según Standard & Poors.

Desde que Chipre comenzara a negociar su incorporación a la Unión y a la moneda única hasta la actualidad, el volumen de depósitos captados por su sector financiero se ha incrementado un 60%.

En el momento del shock, el 80% de la economía chipriota dependía de los servicios, y la inmensa mayoría de ese segmento lo hacía casi exclusivamente de su sector financiero.

¿El fin del último paraíso fiscal de la UE?

El acuerdo alcanzado en la madrugada del lunes entre la Comisión Europea, el BCE, el FMI y el Gobierno de Chipre supondrá una inyección de 10.000 millones de euros que evitará la inminente quiebra del país.

A cambio, prevé la liquidación de la segunda entidad del país, el Banco Laiki, y la asunción de fuertes quitas (aún por determinar) por parte de los titulares de depósitos que estén por encima de los 100.000 euros (el mínimo protegido por la legislación europea) en alguno de los bancos en problemas.

Además, para evitar una fuga masiva de capitales, se impondrán restricciones a los movimientos desde entidades chipriotas, lo que dejará millones y millones de euros bloqueados en sus cuentas.

Este esquema de rescate es un mísil en la línea de flotación del sector financiero chipriota y probablemente significará el fin de su modelo económico, insólito en la UE y que según el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ni era viable ni podía ofrecer prosperidad duradera a la población.

¿Por qué podría acabar este rescate con el paraíso chipriota? Principalmente porque hará descansar la mayor parte del coste del shock financiero sobre los grandes depositantes de los bancos locales, es decir, sobre sus principales clientes, en su mayoría miembros de la oligarquía rusa y ucraniana.

El estado de opinión de los afectados queda resumido perfectamente con estas declaraciones realizadas por el empresario ruso Fedor Mikhin al diario británico Financial Times. "Los chipriotas han matado su país en solo un día. Tan pronto como se pueda sacar ese dinero, la gente que va a los restaurantes, la que compra coches y pisos, se irá también, y la forma de vida de los chipriotas desaparecerá".

Es muy probable que el futuro del país no sea tan apocalíptico, pero lo cierto es que según los datos del Banco Central de Chipre, más de un tercio de los 88.000 millones de euros depositados en la banca nacional estaba en manos de ciudadanos rusos o sociedades controladas por alguno de los 50.000 naturales de este país que residen en la isla en el momento del rescate.

El sector financiero chipriota supo aprovechar en su momento la cercanía geográfica con Rusia para convertirse en un polo de atracción de capitales procedentes de las repúblicas post-soviéticas.

Chipre les ofrecía un destino cercano, un marco fiscal competitivo (un tipo del Impuesto de Sociedades del 10%) y unos depósitos bancarios con un elevado tipo de interés, lo que acabó atrayendo a no pocas grandes fortunas y a miles de empresas rusas.

Un modelo económico 'de casino'

Una de las explicaciones de que en un país que apenas supera el millón de habitantes haya más de 250.000 empresas censadas es el favorable tratamiento fiscal que reciben, principalmente en el caso de las sociedades de gestión patrimonial que gozan de numerosas exenciones fiscales.

Los rusos son clara mayoría entre el tejido empresarial postizo, aquel que únicamente reside en el país por motivos fiscales, pero no eran los únicos. Prácticamente cualquier país europeo que tenga armadores navieros tiene un establecimiento en Chipre, que ofrece una regulación sin competencia en materia de abanderamiento de barcos.

Lo que parece claro es que no es uno de los destinos preferidos de planificación fiscal de las empresas españolas. Según José María Peláez, de Inspectores de Hacienda del Estado, Chipre no está entre los destinos predilectos, ni siquiera entre los habituales, de las empresas españolas a la hora de diseñar estructuras para reducir su factura fiscal.

No obstante, lo que despertaba más inquietudes no era ese marco financiero y fiscal, sino la política de confidencialidad que durante años mantuvo el sector financiero local y que disparó las especulaciones sobre que Chipre se hubiera convertido en estación de paso de capitales de dudosa procedencia, como ha advertido el Grupo de Acción Financiera contra el blanqueo de capitales (GAFI).

Inquietudes que algunos datos como la canalización masiva de la inversión exterior de las sociedades radicadas en el país a paraísos fiscales o que el 40% de los depósitos anclados en entidades financieras chipriotas(más de 28.000 millones de euros) superen los 650.000 euros han derivado directamente en sospechas.

Según muchos analistas, el modelo de rescate ideado para Chipre no es ni mucho menos ajeno a todas estas circunstancias y sospechas.

Declaraciones como las de Durao Barroso o las del ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici, en relación al acuerdo de resolución de la crisis chipriota no parecen dejar lugar a la duda. "A quienes dicen que estamos a punto de estrangular a un pueblo, deben tener en cuenta que se trata de una economía casino que estaba al borde de la quiebra".

La Unión Europea ha consentido durante años que Chipre sea un auténtico paraíso fiscal en su seno, ahora le toca pagar una factura de 10.000 millones de euros por sus excesos y exige que las cosas cambien.

Lo ha dejado bien claro el comisionario europeo de Asuntos Económico, Olli Rehn, "El futuro próximo va a ser muy difícil para el país y sus ciudadanos. Los chipriotas deben reconstuir su economía sobre una nueva base".

Mostrar comentarios