La crisis dispara los chivatazos a Hacienda

Cada vez son más los contribuyentes que denuncian ante el fisco las irregularidades cometidas por otras contribuyentes.

Según fuentes de Hacienda, sólo en el último año, los avisos realizados por particulares se han disparado un 54%, tras pasar de 646 en 2011 a 997 denuncias en 2012. Si se echa la vista más para atrás, se comprueba que ha sido en el último ejercicio cuando se ha producido el gran salto, ya que en 2009 la cifra se situó en 640; y en 2010, en 610.

En opinión de los responsables del Fisco este repunte trasladaría una renovada conciencia fiscal entre los contribuyentes españoles. Siguiendo este razonamiento, la crisis habría animado a los cumplidores a sacar a la luz las prácticas ilegales de los que intentan sacar ventaja del incumplimiento de sus obligaciones fiscales.

Sin embargo, no es esa conclusión la que se extrae de las encuestas sobre los hábitos fiscales de los españoles, que continúan mostrando una inusual tolerancia al fraude fiscal en la sociedad española.

Más plausible parece otra teoría, cuya relevancia también se admite desde Hacienda, y que tiene motivaciones más directamente ecónomicas.

Ésta pasaría por la menor tolerancia de los contribuyentes cumplidores, principalmente empresas y profesionales, a los comportamientos irregulares de sus directos competidores. En época de bonanza el coste del silencio eran unos miles de euros de facturación y algún que otro mascullar de dientes, pero ahora está en juego la misma supervivencia del negocio.

De hecho, desde el fisco se admite que las denuncias de los contribuyentes se presentan cada día con más nivel de detalle y precisión, lo que está permitiendo que prácticamente el 100% de las comprobaciones que la Inspección realiza a partir de estos chivatazos acaben en la apertura de expedientes sancionadores.

¿Qué se puede concluir de este perfil de denuncia? Según Hacienda, que no están formuladas por terceros sino que quienes denuncian son personas directamente implicadas o, al menos, que operan en el sector al que se refieren y lo conocen bien. Estaríamos hablando, por tanto, desde trabajadores hasta miembros de la competencia, pasando por un socio enfadado o inmerso en una lucha de poder.

Esta tendencia puede incrementarse todavía más en los próximos meses como consecuencia de una de las medidas que se han incluida en Ley de lucha contra el fraude que entra en vigor hoy.

Ésta tiene como una de sus medidas estrella la obligación de realizar por medios bancarios las operaciones que superen los 2.500 euros, cuando se trate de transacciones comerciales. Pero, y he aquí la zanahoria para los futuros chivatos, si el que denuncia es uno de los implicados, la ley le exime de toda responsabilidad y sanción.