La gran mentira de la auditoría de la banca

  • El Ministerio de Economía fichará a tres auditoras este mismo mes de mayo para que den fe de que las cuentas de la banca española dicen la verdad, y nada más que la verdad. El problema es que sólo hay cuatro firmas con capacidad para abordar semejante trabajo, y una de ellas, Deloitte, lleva 20 años revisado las cuentas del 90% del sistema financiero español, mientras que PwC, E&Y y KPMG también son responsables de varias cuentas. ¿Dirán ahora lo contrario de lo que certificaron en el pasado? O, el más difícil todavía, ¿se atreverá el Gobierno a romper el monopolio y a poner en evidencia a los líderes mundiales de la auditoría?

La banca, soliviantada por el ninguneo del Gobierno al Banco de España
La banca, soliviantada por el ninguneo del Gobierno al Banco de España
Ruth Ugalde

¿Quién audita al auditor? Es la pregunta que surge cuando, un día tras otro, se comprueba como las cuentas de la banca están repletas de agujeros negros y cajones vacíos.

El grado de desconfianza ha llegado a tal punto que la propia Bruselas ha pedido auditorías independientes que certifiquen no sólo el desplome del valor de los activos inmobiliarios, sino también la manera de contabilizar los riesgos futuros.

En concreto, este mismo mes, el Ministerio de Economía fichará a tres auditoras para que contrasten"la calidad de los procedimientos de reconocimiento y dotación de provisiones por insolvencia en la contabilidad de los grupos bancarios españoles".

Dicho de otra manera, para que confirmen si las cuentas están bien o mal hechas.

Y aquí es donde surge el gran conflicto de interés. En España sólo hay cuatro firmas con capacidad para hacer frente a semejante carga de trabajo, sobre todo, si quiere hacerse en tiempo récord, para saciar cuanto antes las ansias de información de los mercados.

Se trata de las denominadas Big Four, es decir, las cuatro grandes firmas de servicios profesionales: Deloitte, PricewaterhouseCoopers, KPMG y Erns&Young.

La primera de ellas, que esconde en sus entrañas a la antigua Andersen (desaparecida tras los escándalos empresariales de 2001), copa el 90% del sector financiero (ver tabla del final) y, lo que es más grave, lleva dos décadas censando las cuentas de la inmensa mayoría de la banca española.

Tras ella aparece PwC (PricewaterhouseCoopers), que tras los procesos de fusiones ha perdido peso, al haber quedado reducida su presencia a seis grandes grupos, pero que en su pasado reciente ha sido responsable de la contabilidad de entidades como BBK o Vital.

E&Y sólo ha conseguido mantenerse en las fusiones de Caja3 y Banca Cívica, aunque todo apunta a que también perderá estos últimos bastiones en beneficio de PwC y Deloitte, respectivamente, cuando se cierren sus matrimonios con Ibercaja y CaixaBank.

KPMG, por su parte, es la que menor presencia tiene, pero entre sus supervisadas están sociedades como CAM o CajaSol, cuyos excesos inmobiliarios figuran entre los más criticados.

¿Quién audita al auditor?

¿Qué independencia tendrá el trabajo que encargue el Ministerio de Economía a cualquier de estas firmas? Desde la cartera dirigida por Luis de Guindos se limitan a responder que, por encima de todo, "se garantizará que no haya conflicto de interés".

Para que se cumpla esta afirmación, parece que Deloitte debería quedar fuera del contrato; mientras que PwC, E&Y y KPMG tendrían serios problemas, ya que también son responsables de un amplio abanico entidades.

Una fórmula que se baraja es que estas firmas auditen las cuentas de las entidades en las que no hayan trabajado. Todo un intercambio de cromos: tú auditas a los míos, yo a los tuyos... Otra, aplicar las denominadas murrallas chinas, que es pedir todo un acto de fe para creer que otros equipos de la misma casa harán el trabajo de manera independiente.

Como señala un auditor que prefiere mantenerse en el anonimato: "es todo una gran mentira, no existe independencia por ninguna parte".

Un ejemplo que puede refrendar estas palabras es el caso Bankia y de su matriz BFA (Banco Financiero y de Ahorros). Las dos entidades están auditadas por Deloitte que, además, lleva dos décadas censando las cuentas de Caja Madrid y Bancaja, buques insignia de esta fusión.

¿Cómo puede ser que ahora estén surgiendo tantos interrogantes? Y, lo que parece más grave, la antigua Andersen también lleva más de 20 años ligada a Banco de Valencia.

"Hay muchas presiones, las entidades advierten al auditor de que si ponen una determinada salvedad o una opinión en contra, pierden la cuenta. Eso, cuando no recurren a decir que se está poniendo en riesgo el sistema financiero", asegura un profesional del sector.

Cuando saltó el escándalo Andersen, se intentó imponer un número máximo de años que una empresa podía estar con el mismo auditor, precisamente, para terminar con estas posibles presiones y, así, garantizar la independencia del censor. Pero los datos demuestran que prácticamente ninguna entidad ha cambiado de firma en los últimos 20 años.

Tampoco cuajó el sistema de la coauditoría, que impera en Francia, y que obliga a que sean dos las sociedades que analicen las cuentas, algo que pone en jaque la hegemonía de las Big Four.

¿Se atreverá Guindos a romper ahora este monopolio?EntidadAuditorNotasSantanderDeloitteBBVADeloitteBFA/BankiaDeloitteCaja Madrid, Bancaja y B. Valencia estaban con DeloitteCaixaBankDeloitteSabadellPwCCAM estaba con KPMGPopularPwCPastorPwCBanestoDeloitteHasta su intervención en los 90 era auditada por PwCBankinterDeloitteCatalunyaCaixaDeloitteCaixa Catalunya estaba con DeloitteNCG BancoDeloitteB. CívicaE&YCAN estaba con E&Y y CajaSol con KPMGUnicajaPwCIbercajaPwCKutxaBankDeloitteBBK y CajaSur estaban con Deloitte, Kutxa con E&Y, y Vital con PwCLiberbankDeloitteCCM estaba con KPMGBMNDeloitteUnnimPwCLa entidad ha sido adquirida por BBVAEspaña/DueroDeloitteCaja3E&YBanca MarchDeloitte

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