Los poderes fácticos sacan a España S.A. de la UVI

  • En esta semana, los médicos han diagnosticado una mejoría en el enfermo llamado España. A pesar de que la prima de riesgo sigue disparada, Alemania, Francia y el FMI han apoyado las medidas que está tomando el Gobierno y han defendido la solvencia de la economía española.
Ana P. Alarcos

En esta semana ha vuelto a quedar patente que España sigue siendo un país de alto riesgo. El diferencial de los bonos españoles a diez años frente a los alemanes, la referencia en Europa, han vuelto a marcar un récord histórico desde la entrada del euro: el pasado jueves, la prima de riesgo de España se elevó hasta los 223 puntos básicos, una cifra que no se había alcanzado ni siquiera en los peores momentos de la crisis que provocó hace semanas la caída de Grecia.

Este repunte del spread (el nombre técnico del diferencial) fue el principal causante de que el mercado obligara a España a rascarse el bolsillo para conseguir financiación tanto a corto como a largo plazo. El martes, el Tesoro consiguió colocar letras a doce y dieciocho meses por valor de 5.100 millones de euros, aunque, para ello, el Estado tuvo que pagar un 40% más que en la subasta anterior de deuda a corto plazo.

El jueves, España aprobó otro examen tras colocar en el mercado casi 3.500 millones de euros en bonos a diez y treinta años a un coste superior a la anterior emisión de deuda a largo plazo: concretamente el coste se encareció un 20%. Aunque a un alto coste, España ha conseguido cubrir sus necesidades de financiación de cara a un terrible mes de julio, en el que van a vencer más de 20.000 millones.

Además, en estos días, la Comisión Europea ha pedido a España que concrete cómo tiene pensado recortar el 1,75% de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2011 para alcanzar el objetivo de reducir el déficit público hasta el 6% en ese año, desde el 11,2% que registraba en 2009. Sin embargo, de forma paralela, llegó el primer apoyo al Gobierno: Bruselas reiteró que España camina en la dirección correcta y apoyó el plan de ajuste para este año, algo que ya había apoyado

Pero los apoyos han continuado, sobre todo después de que el Gobierno haya aprobado a través de un decretazo la tan esperada y controvertida reforma laboral. Incluso Angela Merkel, el azote de España durante los últimos meses, se ha pronuciado en dos ocasiones sobre el estado de la economía española, y ha sido para bien.

En la primera ocasión, la canciller germana se manifestó en contra de fomentar los rumores y las especulaciones que apuntaban a que España necesitaba un rescate de más de 200.000 millones. En la segunda ocasión, Merkel, defendió la reforma laboral española al catalogarla de una medida estructural "muy importante".

Francia tampoco se ha quedado atrás. Nicolas Sarzoky, el presidente galo, aseguró el jueves que Europa tiene plena confianza en las autoridades españolas y que tanto el Banco Central Europeo como la Comisión Europea, dos de los máximos organismos de la Unión, consideran que España no tiene problemas.

En esta semana hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) alabó las medidas españolas, al tiempo que confirmó que España no ha solicitado ningún tipo de ayuda a la institución que, de hecho, llegó a asegurar que España ha dado "pasos serios" para reducir el déficit y estabilizar su economía. Un apoyo ratificado personalmente por el director general del organismo, que mantuvo una reunión con Zapatero el pasado viernes.

Sin embargo, a pesar de que España ha dejado de ser el blanco de las presiones del mercado en esta semana, aún está a tiro de los inversores, que siguen contando con motivos para seguir castigando a España S.A. Para empezar, está por ver la efectividad de las medidas estructurales aprobadas por el Gobierno. A la espera de novedades, las espadas siguen en alto.

Mostrar comentarios