La capital de España concentra el 19,3% de toda la deuda acumulada por las corporaciones locales, con 6.762 millones de euros. Gran parte de esta cifra tiene que ver con el soterramiento de la vía de circunvalación de la ciudad, la M-30. El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón ha intentado de forma infructuosa que Eurostat, la institución europea que valora la deuda de las corporaciones locales, cambiase su criterio y no contabilizará la inversión en la M-30 como deuda.
A una gran distancia se sitúa Valencia (835 millones) y, más lejos todavía un trío de grandes ciudades en niveles muy similares: Barcelona (753), Zaragoza (752) y Málaga (738). En el listado de las cincuenta poblaciones más endeudas se encuentra algunas que, sin ser capitales de provincia, tienen altísimos niveles de deuda.
Se trata de las grandes poblaciones del cinturón industrial de las grandes capitales- Alcorcón o Móstoles en Madrid o Badalona y Sabadell en Barcelona- o algunos de los grandes centros turísticos de la costa española, como Gandía, Benalmádena, Benidorm o Telde. También destaca la presencia de El Ejido, el pueblo almeriense que concentra a las grandes fortunas nacidas al calor de la explotación de los invernaderos.
A cambio, cerca de 3.000 de los 8.000 municipios españoles han dado un tijeretazo a su endeudamiento e, incluso, hay unos 2.850 que tienen el saldo deudor a cero. El caso más llamativo entre los ayuntamientos más disciplinados es el de Bilbao. La ciudad es la más austera entre las grandes del país, con una deuda testimonial 3,94 millones de euros. Toledo y Pontevedra son las otras dos capitales de provincia menos endeudadas.
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