¿Cuánto valdrían los equipos de la Liga BBVA si cotizasen en bolsa?

  • La constitución de los equipos profesionales de fútbol y baloncesto en sociedades anónimas deportivas les daba la posibilidad de dar el paso en bolsa a partir del año 2002. Pero nadie ha dado el paso, aunque podría ser una nueva fuente de financiación. ¿Podría ser un buen negocio? ¿Cuánto valdrían en el mejor de los casos?
Ingresos de la Liga BBVA y su valoración posible en bolsa
Ingresos de la Liga BBVA y su valoración posible en bolsa
lainformacion.com
Álex Medina R.

El fútbol español hace gala de ser el más poderoso de todo el planeta. Ya no sólo en lo deportivo, sino en lo económico. Tiene, no en vano, a los dos equipos más ricos del mundo: Real Madrid y Barcelona.

Según qué fuentes, también son los más rentables, en dura disputa con el Manchester United que, de todos modos, completa el podio sin duda (las discusiones vienen a cuento de la posición).

Y si tan grande como indudable es el negocio, ¿por qué no saltan al terreno de juego más adorado por el dinero: las bolsas? De hecho, no sería una mala fuente de financiación.

Si el Manchester, con unos ingresos anuales casi cien millones anuales inferiores al Real Madrid, considera que vale no menos de 2.300 millones de euros (según las estimaciones realizadas para su próxima salida parcial a bolsa en Singapur), ¿en cuánto podrían valorarse los blancos y los blaugranas?

Cogiendo las mismas cuentas realizadas por los diablos rojos para su operación financiera en Asia, y partiendo del hecho de que las cuentas de Madrid y Barcelona estuvieran en una situación financiera algo más estable, la capitalización que podrían alcanzar ambos clubes sería espectacular: de 3.150 millones para los de Florentino y casi 3.000 para los de Rosell.

Con esas cifras, ambos entrarían directamente en el selecto club del Ibex 35, toda vez que su teórica capitalización cumpliría los requisitos exigidos por el Comité Técnico Asesor que se encarga de confeccionar el índice.

Sin embargo, Madrid y Barça, precisamente, son dos de los pocos equipos profesionales españoles que no podrían saltar al parqué. ¿Y eso? Porque no son sociedades anónimas (lo mismo les sucede a Bilbao y Osasuna), sino clubes deportivos. El resto de conjuntos, tanto de primera como de segunda, podrían solicitar en cualquier momento su salida a bolsa.

De hecho, ésa era una de las razones principales por las que se creó la figura de sociedad anónima deportiva en los años noventa y se desarrolló mediante Real Decreto a principios de la década pasada. La idea era profesionalizar el deporte de elite y por eso se obligó a que todos los clubes de primera y segunda en el fútbol y los de baloncesto se constituyeran en SAD.

Las cuatro excepciones se otorgaron porque, en el momento de la transformación obligatoria, no estaban en quiebra técnica como el resto y sí podían afrontar sus deudas y obligaciones inmediatas. A día de hoy, son instituciones deportivas que pertenecen a sus socios, sin necesidad de rendir cuentas excepto a ellos.

Pero a los demás se les transformó, entre otras muchas razones, para que se gestionaran con criterios empresariales y se atuvieran a controles periódicos como cualquier empresa. Entonces, hace 20 años, los equipos debían 170 millones y eso era inadmidible. Hoy día, los números rojos se han ido a los 3.5000 millones. Esta multiplicación da una idea del poco control efectivo que ha existido.

¿Y por qué no entran en bolsa para buscar financiación? Si lo han hecho las cajas (obligadas, eso sí) para tapar sus propias carencias, ¿por qué no el fútbol? ¿Y cuánto podrían valer llegados al caso? Para ello, se podría aplicar el mismo baremo que con el Manchester United, dejando claro que los equipos españoles no son un ejemplo de calidad contable y seguramente el mercado no los valoraría con el mismo rasero.

Aun así, y entre aquellos equipos que pueden desde enero convertirse en empresas cotizadas, el más valioso en la bolsa española sería el Atlético de Madrid, que podría partir de una capitalización de 945 millones de euros. Con este volumen, los colchoneros rozarían su entrada en un Ibex en horas bajas.

Le siguen todo el grupo de medianos que ahora lamentan las diferencias con los grandes: Valencia (756), Sevilla (749), Málaga (525) y Villarreal (476).

Valencianos y sevillanos disfrutarían de una capitalización similar a las de Martinsa-Fadesa o NH Hoteles en el Mercado Continuo, mientras que el Villarreal se situaría en el mismo nivel que Prisa.

Siempre según esta valoración (que es la mejor imaginable), el valor bursátil de un otro gran grupo de comunicación como Vocento sería similar al del Getafe o la Real Sociedad y la aerolinea Vueling vale ahora en bolsa lo mismo que el mejor escenario del Granada: unos 160 millones de capitalización.

El furgón de cola, obviamente, lo componen los modestos como el Rayo Vallecano, que como mucho contaría con una capitalización de 70 millones, poco menos que el valor actual de Funespaña y el doble que una Puleva Biotech.

Obviamente, todas estas comparaciones son entre un ideal y una situación de mínimos como la que sufre en estos momentos la bolsa española.

Si miramos otros grandes equipos que sí cotizan en sus respectivos países, como la Juventus o el Olympique de Lyon nos damos cuenta de que la realidad bursátil es mucho más dura de lo que parece. Los juventinos, por ejemplo, con unos ingresos que casi duplican al Atlético de Madrid, tienen problemas para sumar una capitalización efectiva de 200 millones de euros. Los franceses no llegan ni a los 70 calculados para el Rayo.

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