Ibex 35: bonito y barato pero… ¿bueno para invertir?

  • ¿Se puede ser bonito y barato y que al mismo tiempo no te quiera casi nadie? Eso es lo que le pasa a la bolsa española y su Ibex 35, que si los analistas no se equivocan afrontan otro año muy difícil en 2011 por las persistentes dudas sobre la solvencia del país.
E.Utrera

Como el personaje que encarna Kevin Spacey en Sospechosos habituales, la bolsa española parece lo que no es. Es bonita porque es grande y líquida–Santander, Telefónica y BBVA están entre los cinco valores del área euro que más se mueven en bolsa-, y aparentemente barata porque su per –veces en que el beneficio por acción está contenido en el precio por acción- es el más bajo de las grandes bolsa mundiales.

Y, sin embargo, no tiene quien la quiera. “De poco va a valer que el 60% del ebitda –beneficio operativo- de las compañías no financieras del Ibex tenga su origen fuera de España o que, en términos de per, la bolsa esté barata”, aseguran en Bankinter, muy en línea con lo que opina el conjunto de los analistas.

Es decir, que para los expertos el Ibex carece de atractivo aunque a primera vista lo tiene se mire por donde se mire.¿Por qué? El país es también un sospechoso habitual por la alta percepción del riesgo que los inversores internacionales tienen sobre España. Una espada de Damocles permanente que hace que las grandes carteras hayan decidido casi al unísono vender Ibex para comprar el Dax alemán.

Sin embargo, “la primera impresión a la vista de los principales ratios de cada índice lleva a pensar que la bolsa española es mucho más barata que la alemana”, como asegura Unicorp Patrimonio. La firma explica que el Ibex cae este año lo que sube el Dax, que el per del índice español es de cinco veces menos que el alemán y que la rentabilidad por dividendo patria es casi el doble que la de la bolsa germana.

Pero las segundas lecturas dicen otra cosa. “Si lo analizamos más detenidamente, buena parte de esta abismal diferencia viene explicada por el incremento del riesgo país. Por lo tanto los valores nacionales muy vinculados al riesgo español no están tan baratos. En el resto sí puede haber oportunidades”.

¿Qué hacer?

Los inversores tienen derecho a la duda. ¿Se quedan fuera de la bolsa española o apuestan porque la crisis de solvencia de las economías más frágiles de Europa finalice durante 2011?

A pesar de los pesares, la foto fija de la bolsa española es atractiva. La rentabilidad por dividendo es del 5,5% mientras que en ninguna de las grandes bolsas mundiales –Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia- este indicador supera el 4%. No es casualidad que 17 de los 35 valores del Ibex paguen ofrezcan a sus accionistas más de un 5% de rentabilidad por dividendo.

Lo mismo ocurre con el per. El principal indicador para medir hasta qué punto está bien valorada una empresa es también el más atractivo entre los mayores mercados de valores. Según datos de BME se sitúa en torno a las 10,5 veces, dos menos que cuando terminó el año pasado.

Si como Spacey en Sospechosos habituales nuestra bolsa deja de cojear para caminar erguida este mismo año, la apuesta por la bolsa española habrá resultado un éxito. Los analistas no esperan tanto: toca sufrir y esperar tiempos mejores.

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