Santander, ¿abocado a hacerse con Banco de Valencia?

  • Tras la compra de Unnim por parte de BBVA y la integración de Cívica en La Caixa, muchos interpretan que la entidad de Emilio Botín está obligada a mover ficha en un tablero que cada vez tiene menos piezas. Además, la entidad levantina le permitiría crecer en una región por la que siempre ha estado interesado con un coste menor del que supondría Catalunya Caixa. Sin embargo, en el ambiente sobrevuela una pregunta: ¿realmente le interesa a Santander hacer más operaciones en España?
Santander, primera entidad en adherirse al código de buenas prácticas contra los desahucios
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Ruth Ugalde

El puzzle de las cajas cada vez tiene menos piezas sueltas y, sin embargo, todavía falta que entre en juego el líder del sector: Santander.

Aunque los puristas dirán que ya no es líder, al menos si nos ceñimos al mercado español, donde está a punto de perder su corona ante los nuevos gigantes que surgirán de la fusión de Unnim con BBVA y de Banca Cívica con La Caixa (matrimonio hecho salvo que Isidro Fainé decida cambiar de opinión en el último momento).

Sin embargo, la entidad presidida por Emilio Botín tiene todavía muchas balas en la recámara. La primera, Banco de Valencia, cuya subasta parece retrasarse a la próxima semana... si todo va bien.

A falta de confirmación oficial, Santander acudirá a la puja con una oferta atractiva. No en vano, lleva mucho tiempo mirando cómo crecer en levante, aprovechando toda la reestructuración del sector, y en el pasado ya miró hacerse con redes de oficinas en la Comunidad Valenciana.

Ahora tiene la oportunidad de hacerlo con el banco levantino, con el añadido de que esta operación le devolvería el liderazgo en España, al alcanzar un volumen de activos que rozaría los 360.000 millones; por encima de los 350.000  millones de Caixabank-Cívica y los casi 340.000 millones de BBVA-Unnim.

Además, será la última oportunidad de comprar barato, entendido como tal un generoso esquema de protección de activos que permitirá engullir la entidad por un euro, mientras que el Estado, vía Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), asume la mayoría de las pérdidas.

Así se ha hecho con CAM, adquirida por Sabadell, y Unnim. El problema es que, después de estas operaciones, a la vaca lechera del FGD apenas le quedan unos 2.000 millones de euros... y éstos se esfumarán con Banco de Valencia.

Entonces, ¿con qué dinero se van a avalar las subastas de Novagalicia y Catalunya Caixa? Primer argumento a favor de que Santander centre sus esfuerzos en Banco de Valencia. No está claro. Así que, mejor pájaro (barato) en mano, que ciento (y caro) volando.

Suma y sigue, porque son muchos los que ponen en duda que Emilio Botín esté interesado en participar en esta tormenta de fusiones. "Santander está mirando operaciones en el mercado internacional, no en bancos quebrados nacionales", aseguran fuentes financieras.

Menos políticamente correcto es otro directivo del sector al asegurar que, "en general, ningun banco quiere, lo que se dice querer, comprar a otro. Estas subastas las dirigen el Banco de España y el Ministerio de Economía, que piden a las grandes entidades quedarse con las malas a cambio de financiarles todas las pérdidas".

Puestos a tener que cumplir el guión y hacerse con una entidad, es mucho más digerible Banco de Valencia que Catalunya Caixa o Novagalicia, cuyos tamaños son tres veces superiores a los de la entidad levantina.

Pero, tras ver como BBVA se hizo con Unnim, cuando Popular daba por hecho que se la adjudicarían e Ibercaja confiaba en que el Banco de España le recompensara tras haberse hecho con Caja3, nada puede darse por sentado.

Empezando por creer que Santander esté abocado a hacerse con Banco de Valencia... o todo lo contrario.

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