Expertos y cajas apuestan por que las entidades acudan al FROB

  • Madrid.- Las cajas que necesiten levantar capital para alcanzar los requisitos mínimos de solvencia que pide el Gobierno deberían hacerlo acudiendo al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y no "malvendiéndose" en el mercado, es decir, saliendo a Bolsa con elevados descuentos.

Madrid.- Las cajas que necesiten levantar capital para alcanzar los requisitos mínimos de solvencia que pide el Gobierno deberían hacerlo acudiendo al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y no "malvendiéndose" en el mercado, es decir, saliendo a Bolsa con elevados descuentos.

Así se desprende de las declaraciones de los expertos y de algunas cajas que hoy intervinieron en una jornada organizada por la escuela de negocios IESE, entre ellos el presidente de Unnim, Jaume Ribera, que estimó que "bastantes" entidades tendrán que acudir al FROB.

Para Ribera esta opción "a priori suena mal", pero una vez se comprueba que no se cumplen las exigencias, pedir ayuda a este fondo "es lo normal", ya que en el contexto económico actual "lo extraordinario" sería que todas las entidades consiguieran levantar el capital que necesitan.

En este sentido, añadió, optar por el FROB, otorga "tiempo" para analizar otras opciones de futuro que ahora se ven "difíciles" de llevar a cabo.

De hecho, Ribera explicó que Unnim -fruto de la fusión entre Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu- está estudiando varias opciones para recapitalizarse, entre ellas unirse a otras cajas y dar entrada al capital tanto público como privado.

Sobre una posible salida a bolsa, Ribera aseguró que "ahora no es el momento adecuado".

En este sentido, el consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Ángel Bergés, consideró que las cajas deberían optar por pedir dinero al FROB, en lugar de salir a Bolsa con elevados descuentos en un mercado que puede que no tenga sitio para todas.

Bergés explicó que los descuentos sobre el valor en libros que tendrán que aplicar estas entidades para fijar su precio antes de saltar al parqué podrían oscilar entre el 0,6 y el 0,7, por debajo del 0,8 fijado por La Caixa, que en el mercado algunos consideran el techo.

En cualquier caso, para Bergés sería preferible que las cajas pidieran dinero al FROB para alcanzar los mínimos de capital, hasta que, pasados unos años, fueran capaces de convencer al mercado de su capacidad de obtener ingresos.

Bergés explicó que aunque la reestructuración empezó muy tarde, una vez comenzó, se ha hecho "muy rápido", quizá incurriendo en algunos "riesgos de ejecución" elevados.

Pese a que el sector de cajas necesitaba una reforma jurídica que las metiera "en vereda", tampoco hay que "demonizar" a estas entidades, dijo, al tiempo que rechazó que las dificultades de financiación internacional de las que se han quejado amargamente los bancos, especialmente alguno grande, se debieran en exclusiva a estas entidades.

Por su parte, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, dijo hoy que si se quiere un modelo de crecimiento nuevo, hay que conseguir que "las familias crean que lo mejor para sus hijos no es dejarles un piso en herencia", sino que hay otros valores que se pueden transmitir.

De ahí las reformas decididas por el Gobierno, entre ellas algunas particularmente "dolorosas", como la eliminación de la deducción fiscal por la adquisición de vivienda, están orientadas a desincentivar este tipo de inversión y a reorientar los recursos de las familias.

Campa insistió en su intervención en que España puede decir "a cualquier inversor que podemos crecer a tasas ligeramente superiores a la media de la zona euro a medio plazo" y dejó claro que la economía española "no está estancada", sino en proceso de ajuste".

Y este ajuste tiene que finalizar cuanto antes para recuperar la credibilidad en los mercados y garantizar la canalización del crédito a la economía real.

Posteriormente y en declaraciones a los medios, que le preguntaron si cree que la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) caerá en manos extranjeras, Campa se limitó a señalar que ésta es una decisión que debe tomar "la propia entidad, bajo la supervisión del Banco de España".

Por último, el jurista Gaspar Ariño aseguró que las cajas que salgan a Bolsa lo tendrán difícil durante algún tiempo para inspirar confianza a los inversores "porque no son bancos claros" y también porque no es fácil que el mercado digiera todos los saltos al parqué que se están planeando.

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