Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) había citado este sábado a unos 15.000 militantes a votar, en el denominado 'supersábado', sobre la creación de un nuevo partido, diferente al que tienen ahora y con otro nombre. Finalmente, 8.000 de los votantes (casi un 68% de quienes acudieron a depositar su voto) han dicho que 'sí'.
De este modo han respaldado la postura de Artur Mas, quien afirmó que la nueva Convergència pasa por una formación que "arraigada bien a lo que tiene", debe mirar hacia el futuro, convirtiéndose en un instrumento "útil" con la "aspiración de vertebrar la política de este país" en la parte que le corresponda.
Además de los 8.000 militantes de los 15.000 que estaban citados a votar, CDC ha calculado que también han votado unos 6.000 simpatizantes del partido.
Tras la votación, una de las voces más esperadas era la del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien ha instado a un "cambio" en CDC para que pueda afrontar un futuro "diferente", orientado a dirigirse a un eventual Estado catalán.
Con estas declaraciones de Mas y Puigdemont, ambos líderes de Convergència apuestan por un nuevo partido que se convierta en la herramienta que necesita Cataluña para logar la independencia.
Por otra parte, el ex portavoz del Govern, Francesc Homs, ha obtenido casi el 78% de los votos frente al 20% de su rival, Sílvia Requena. De esta forma repetirá al frente de las listas de CDC que acudirá con sus siglas a estas elecciones, ya que el congreso para fundar el nuevo partido será el próximo julio.
Desde el punto de vista legal, Convergència no desaparecerá, sino que quedará el nombre y registro para poder obtener los beneficios en cuestiones de espacios gratuitos de publicidad en campaña electoral o hacer frente a posibles responsabilidades civiles, ya que el partido está procesado en el caso Palau por supuesta financiación ilegal.
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