Diana Quer habría subido a un vehículo antes de desaparecer en A Pobra

Pasan las horas y la angustia crece. Nada se sabe aún sobre el paradero de la joven Diana Quer. Pero la investigación, lentamente, va acomodando algunas piezas de un complejo rompecabezas para intentar esclarecer el caso.

La última novedad que se ha conocido por estas horas gira en torno el móvil de la chica. En torno a las cuatro de la madrugada, dieciséis días atrás, se perdió el rastro de la madrileña. Se conoce ese dato porque su teléfono dejó de emitir señales entorno de esa hora.

Ahora bien, la Guardia Civil cree que la muchacha habría subido a un vehículo antes de desaparecer, justo después de volver a casa y cambiarse de ropa. A su casa, precisamente, llegó en torno a las 3.30 de la madrugada. También se sabe eso por la señal de su móvil. Ahora, lo que pasó después, es el auténtico misterio.

Los investigadores del Instituto Armado creen que Diana se movió en coche justo antes de que la batería de su teléfono dejara de funcionar. ¿Se habría agotado o fue apagado intencionalmente?

Quienes llevan adelante la investigación del caso han analizado que la velocidad en la que quedó registrado el móvil en los repetidores de telefonía, una vez que la chica salió de su casa, es diferente en cuanto a su frecuencia.

En un primer momento (cuando se supone que Diana sale a la calle desde la casa) los repetidores captan movimientos lentos, pero a los pocos minutos la velocidad aumenta ostensiblemente, lo que sugiere que ya estaba en el interior de un vehículo, porque a esa velocidad es casi imposible hacerlo a pie.

La vestimenta de la desaparecida, de 18 años, también aporta otros indicios, aunque (por ahora) no determinantes para la investigación. Volvió a su casa con un pantalón rosa, que después dejó. Esa prenda estaba en la vivienda. Una testigo dice haberla visto cerca de las 7 de la madrugada, con otros atuendos.

La joven dejó toda su documentación en la casa, lo que aleja la hipótesis de desaparición voluntaria. Esta línea en la investigación fue la primera opción para la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Coruña. En un primer momento, su sospecha estaba avalada por la delicada situación que presuntamente se vivía en el seno familiar, con una relación conflictiva entre la madre y sus dos hijas.

Este escenario, según las primeras deducciones, podría haber sido el detonante para que la chica pudiese decidir marcharse por su cuenta. Pero para ello Diana habría necesitado la colaboración de alguien para desaparecer y permanecer tanto tiempo sin dar señales de vida. Por eso, en las últimas horas ha tomado más fuerza la hipótesis de que la chica habría sido víctima de una acción violenta.

Por otra parte, hablando precisamente de testigos, varios jóvenes que pasaron parte de la noche con Diana en las fiestas del municipio gallego de A Pobra han sido citados nuevamente a declarar.

Los investigadores consideran vital si recuerdan algún detalle que se les haya escapado en su primera declaración.