Nueva votación polémica para el PSOE y el Gobierno. Si hace unas semanas sacaban por un solo voto de diferencia el decreto con las medidas del plan de recorte del déficit, este jueves han salvado en el Congreso la reforma laboral con más abstenciones que votos a favor. Una prueba más de que los socialistas viven una situación de gran debilidad en el Congreso y tienen que recomponer alianzas si no quieren seguir sufriendo votaciones de infarto.
Hasta han tenido deserciones dentro de sus propias filas: el diputado Antonio Gutiérrez, ex secretario general de Comisiones Obreras, se ha abstenido tal y como anunciaba por la mañana, por "discrepar" de la propuesta del Gobierno. Por no seguir la disciplina de voto, se le abrirá expediente y podría enfrentarse a una sanción económica que, según fuentes del PSOE, podría ascender a 600 euros.
La abstención de los grandes grupos -PP, CiU y PNV- ha permitido al Gobierno asegurarse que el Congreso no les rechazara el texto aprobado en Consejo de Ministros hace una semana. Pero lo que no ha podido evitar es que desde todos los escaños le llegara una lluvia de críticas sobre su propuesta de reforma laboral, sobre todo en lo relacionado con el abaratamiento del despido.
Críticas de la izquierda y la derecha
"España necesita una reforma laboral, pero no esta reforma que facilita el despido en vez de la contratación", afirmaba la portavoz del PP,Soaraya Sáez de Santamaría. "La indemnización por despido no será de 45 ni de 33 días, sino de 20 días" se quejaba Emilio Olabarría, del PNV, en referencia a la posibilidad de que las empresas se puedan acoger a una situación económica difícil para poder aplicar el despido objetivo. CiU, UPyD y el resto de formaciones que se han abstenido también han pedido medidas en favor de la formación de trabajadores y respeto a la negociación colectiva, entre otras medidas.
U, ICV, ERC, BNG y Nabai -que componen toda la izquierda parlamentaria- han votado en contra. Sus críticas han ido dirigidas a que la propuesta del Gobierno es "la reforma de la patronal y de la derecha" porque establece el "despido exprés".
Tras el debate, el propio Zapatero reconocía en una conversación privada, que hay cosas que "no están bien" y que hay "que cambiar", especialmente lo referido al despido. Todo según la versión de Joan Ridado, portavoz de ERC, con quien conversaba el presidente.
Unanimidad para tramitar la reforma como ley
Aunque no les gusta la propuesta del Gobierno, todos los grupos consideran que es necesaria una reforma laboral. Por ello, tras la convalidación de decreto se votó su tramitación como proyecto de ley y se apoyó por unanimidad.
Esta tramitación permitirá a la oposición parlamentaria introducir enmiendas al texto con las que confían mejorar la reforma laboral.
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