178 votos a favor, 28 en contra y 123 abstenciones. Así sale del Congreso el decreto ley sobre la reforma financiera con la que el Gobierno del PP pretende devolver el aliento al sector bancario.
El PP se ha quedado solo en la votación, aunque con la mayoría absoluta le basta y le sobra para sacar adelante sus reformas. Pero el panorama podría haber sido mucho peor porque el PSOE barajó el voto en contra al igual que el resto de formaciones salvo CiU, que desde el principio dijo que se abstenía.
Los dos grandes partidos siempre se han puesto de acuerdo en anteriores reformas financieras, ya fuera estando uno u otro en el Gobierno.
La posición del PSOE la adelantaba el propio Alfredo Pérez Rubalcaba minutos antes de la votación. Y es que tras una mañana con tiras y aflojas en la negociación, el Gobierno ha cedido en varios puntos para evitar que casi todo el arco parlamentario votara en contra de una reforma cuyo debate coincide en el tiempo con un serio debate sobre la necesidad de un rescate del sector y con la prima de riesgo en nuevos máximos históricos.
Los puntos en los que ha cedido el Gobierno
El PP ha aceptado tramitar la reforma financiera como proyecto de ley lo que permitirá a los grupos introducir cambios vía enmiendas, una de las principales exigencias de toda la oposición.
Además, según ha explicado Rubalcaba, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha comprometido a que la reforma incluya la garantía de que "ni un euro público" se perderá en el rescate de los bancos y que en el texto también se considerará la situación y necesidades de las familias y de la pymes, no solo de la sentidades financieras.
El resto de formaciones -la Izquierda Plural (IU-ICV-Cha), UPyD, PNV, Amaiur y los partidos minoritarios (BNG, ERC, Compromís)- han votado en contra. Coalición Canaria ha votado a favor.
Un debate muy caliente
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha tenido que escuchar duras críticas de toda la oposición, que ha coincidido en echar en cara al Gobierno la falta de negociación y comunicación con el resto de grupos.
Ha llamado la atención la soledad de De Guindos en el inicio del debate, ya que pese a la grave situación que atraviesa el sector y pese a que ésta es una de las principales reformas del Gobierno ha estado solo. Ningún ministro le ha acompañado.
"Si votan que no, irán en contra del saneamiento de los bancos. Si votan que no, irán en contra de sacar los activos tóxicos de los balances de la banca", espetó el ministro al PSOE.
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