El puñetazo en la mesa que tiene que dar Cospedal en el PP

  • Muchos ven en la reelegida como secretaria general del PP a la 'tapada' de Mariano Rajoy de cara a su futura sucesión. María Dolores de Cospedal es inteligente, trabajadora y muy ambiciosa. Pero cuenta con varios enemigos que pueden ponerle piedras en el camino. Su reelección y el protagonismo que le ha dado Mariano Rajoy en este congreso es su gran oportunidad para ejercer, de una vez por todas, el poder en Génova
María Dolores de Cospedal, durante el 17 Congreso del PP.
María Dolores de Cospedal, durante el 17 Congreso del PP.
Efe
Beatriz Toribio

María Dolores de Cospedal  ha roto muchos moldes a sus 46 años. Primero, convertirse en la 'número dos' del PP cuando era casi una desconocida en comparación con Javier Arenas, Alberto Ruiz-Gallardón o Ana Mato, nombres que sonaban más fuerte para ocupar la Secretaría General.

Después, llegar a serla mano derecha del líder del PP cuando su perfil no era el que mejor se ajustaba a un partido de derechas debido a su condición de mujer separada (después se casó en segundas nupcias) y madre de un hijo -Ricardo- que concibió vía fecundación in vitro.

Y el más importante: arrebatar al PSOE uno de sus principales feudos, Castilla-La Mancha. Una comunidad en la que nunca había gobernado el PP.

Desde este fin de semana ya no se la puede ni toser. Nunca nadie en el PP había acumulado tanto poder como ella al mantener la Secretaría General del partido al mismo tiempo que preside una Comunidad Autónoma.

Rajoy se lo debía.  De puertas para fuera, era la 'cara amable'  y de renovación de un partido conservador como el PP.  Pero de puertas para dentro, ha sabido demostrar que de 'niña buena' no tiene nada.

Tuvo que lidiar con toda la polémica del caso Gürtel y poner en su sitio a Ricardo Costa y Francisco Camps, que hacían oídos sordos a las directrices de Génova en pleno escándalo.

Es quien da la cara ante los medios debido a la 'alergia' de Rajoy a las ruedas de prensa. Y en los líos internos del partido, no solo no ha dado muchos quebraderos de cabeza al jefe, sino que ha ganado el pulso a extodopoderosos, como Francisco Álvarez Cascos.

¿La tapada de Rajoy?

Algunos miembros del PP ven en María Dolores de Cospedal a la 'tapada' de Mariano Rajoy de cara a su sucesión. Quienes la conocen dicen que es inteligente, ambiciosa, buena gestora y que consigue todo lo que se propone. Por ahora lo ha hecho.

Pero Cospedal se ha dejado a muchos enemigos por el camino. Mantiene relaciones muy tensas con  Javier Arenas -con quien trabajó en sus inicios-, la mano derecha de éste -Ana Mato-,la ahora 'todopoderosa' Soraya Sáenz de Santamaría  y el ministro 'de moda' Alberto Ruiz-Gallardón apenas la pueden ver.

¿Sus amigos dentro del partido? Pocos. Y sus fieles menos todavía. Los pocos que tenía se los llevó a Castilla-La Mancha para ocupar algunas consejerías. Varias fuentes consultadas citan solo al ministro Miguel Arias Cañete entre sus partidarios. "Solo tiene a Rajoy", explican fuentes de su entorno.

Por eso su reelección, es la segunda oportunidad que tiene Cospedal para hacerse de verdad con el control del partido. Hasta ahora, los equipos en Génova son más cercanos a Arenas y Mato que 'a la jefa', que solo se rodea de su círculo más íntimo de colaboradores.

Si quiere que se colmen sus ambiciones, necesita controlar el partido. Y ahora no lo hace. Requiere del respaldo del aparato. Y con un Arenas que tendrá que ocuparse de Andalucía y con  Sáenz de Santamaría, Mato y Gallardón en el Gobierno, puede hacerlo.

Ahora tiene todo el poder

Mariano Rajoy le ha dado todas las armas. Tras este 17 Congreso, Cospedal será la única voz autorizada del PP. Finalmente no habrá un 'número tres' o coordinador del partido -como querían sus críticos-. Nadie hará sombra a Cospedal.

Además, la presidenta de Castilla-La Mancha se ha roedeado de fieles y se ha quitado de en medio a Ana Mato, que sale de la dirección del partido y Esteban González-Pons -quien también tenía antaño una gran presencia mediática- ha quedado relegado. El único contrapeso que le queda es Arenas, pero todo apunta a que éste tendrá una ardua tarea por delante si, como todo apunta, conquista Andalucía.

El nuevo secretario de Organización, Carlos Floriano, no tiene mala sintonía con la 'jefa' y  como desparece la portavocía del partido, ella será la única voz del PP. Es decir, Cospedal seguirá teniendo -aún más si cabe- una gran presencia mediática, algo que le ayudó mucho en su victoria en las urnas castellanomanchegas.

La influencia de su marido

Si a alguien escucha Cospedal es a Ignacio López del Hierro, su marido. En septiembre de 2009, la 'número dos' del PP  dio el 'sí quiero' a un viejo amigo de su padre a quien conocía desde hacía años.

"Su marido es una pieza fundamental en la carrera de Cospedal", explican fuentes de su entorno. Tanto que se le ha visto en algunos de los primeros consejos de Gobierno de Castilla-La Mancha.

Y hay quien cree que López del Hierro ha intentado proyectar en Cospedal la carrera política que este conocido constructor (que ha sido consejero de Metrovacesa, Gecina, Bami y de la Caja de Castilla La Mancha, entre otras)  no culminó pese a que a los 29 años se convirtió en el gobernador civil de Toledo, el más joven de la historia.

CV con tintes socialistas

Aunque nació en Madrid, buena parte de su infancia la pasó en Albacete hasta que se fue a Madrid para estudiar la Licenciatura de Derecho en el CEU. Con tan solo 26 años ya era abogada del Estado en el País Vasco después de sacarse las oposiciones en un tiempo récord de dos años.

Después trabajaría para diferentes ministerios, como el de Obras Públicas cuando lo dirigía Josep Borrell, o el de Asuntos Sociales con Cristina Alberdi. Con la victoria de José María Aznar, Cospedal tenía poco más de 30 años y entró a formar parte del equipo de asesores de Javier Arenas en el Ministerio de Trabajo.

Tras la separación se su primer marido, María Dolores de Cospedal pasó una breve temporada se fue a Washington para trabajar en la Embajada de España. De vuelta a nuestro país, pasó de nuevo por Trabajo, Administraciones Públicas y Justicia en Interior. Tras la derrota del PP, de nuevo se fue al extranjero (Estrasburgo) para después volver y trabajar con Esperanza Aguirre, quien la nombro consejera de transportes.

Después, en 2006, ya llegaría el salto a presidir el PP de Castilla-La Mancha. Era el inicio de una batalla que terminó por ganar. Este fin de semana ha comenzado otra.

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