Segundo acuerdo entre PP y PSOE en menos de un mes: ahora para prolongar los contratos temporales

  • La abstención del PP en el Congreso permitirá que el Gobierno saque adelante su última reforma laboral, la que permite que un empresario pueda encadenar contratos temporales sin límite. El PP también fue el partido con el que el PSOE pactó la reforma de la Constitución. Y hay más ejemplos de que cuando quieren, los dos partidos se ponen de acuerdo.
El PP dice que Trabajo les pidió ayuda para no ceder la primacía de los convenios
El PP dice que Trabajo les pidió ayuda para no ceder la primacía de los convenios
Beatriz Toribio

El Partido Popular ha pasado de ser el muro con el que se chocaba el Gobierno cada vez que quería sacar adelante una reforma, a ser la llave para salvar las medidas que quiere sacar adelante en estos últimos meses de legislatura.

El último y más llamativo pacto fue la reforma de la Constitución para introducir el límite de endeudamiento, que PP y PSOE acordaron sin contar con el resto de formaciones.  Ambos partidos fueron muy criticados en el Congreso por romper el espíritu de consenso que siempre ha impregnado la Constitución.

Y este jueves, una vez más, se verá que cuando PSOE y PP quieren entenderse lo hacen. Pese a que el PP no ha apoyado la última reforma laboral del Gobierno, ni la de las pensiones o el último decreto sobre el sistema financiero, hoy su abstención permitirá que el Congreso convalide el último decreto ley de medidas laborales.

Esta última medida del Gobierno permitirá, entre otras cosas, que un empresario pueda encadenar contratos temporales sin límite de tiempo. Hasta ahora, la legislación establecía que a los dos años ese trabajador temporal pasaba a ser indefinido o no se le renovaba.

Además, se amplía hasta los 30 años la edad para hacer un contrato de formación a jóvenes y se prorroga la ayuda de 400 euros para parados de larga duración.

¿Cómo justifica el PP este 'apoyo'? En que si no, el Gobierno para conseguir apoyos con los que sacar adelante este decreto de medidas laborales se vería obligado a negociar con los nacionalistas de PNV y CiU. Estos partidos exigen la primacía de los convenios autonómicos sobre el estatal, todo un cambio que el pacto PP-PSOE logra frenar.

Pero ha habido más ejemplos  en estas últimas semanas de que PP y PSOE hablan el mismo idioma cuando quieren. El martes pasado, ambos partidos frenaban la propuesta de CiU de alcanzar un acuerdo para mejorar la Ley de Dependencia.

Y a ello hay que sumar cómo se ha suavizado la bronca política cuando el que está al otro lado es Zapatero. El martes, en el Senado fueron muy comentadas las alabazas de Pío García Escudero (PP) al presidente del Gobierno, que se despedía de la Cámara Alta. Y el miércoles el habitual 'cara a cara' entre Zapatero y Rajoy fue mucho más 'light' de lo habitual.

A lo largo de esta legislatura, han sido pocas las veces que PP y PSOE han unido fuerzas para sacar adelante iniciativas. Sólo aquellas que por una razón u otra les interesaba: ley Sinde, proteger los privilegios de los ex presidentes o no cambiar la Ley D'Hont, entre muchos otros ejemplos.

 

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