Reino Unido ha tomado una polémica decisión: no operar ni a obesos ni a fumadores. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) se negará a practicar operaciones rutinarias a personas con un índice de masa corporal de 30 o más, siempre que la vida del paciente no corra peligro, publica el diario The Independent.
Según los planes anunciados por la NHS, los pacientes tendrán un año para rebajar un 10 por ciento de su masa corporal para poder ser operados. El objetivo de esta medida, no exenta de polémica, es reducir los gastos en el sector de la salud pública.
En cuanto a los fumadores, el Servicio Nacional de Salud británico prevé un retraso de seis meses en las operaciones y exigirá que los pacientes dejen de fumar. Entre las cirugías que pueden ser pospuestas por la NHS están las de cadera o de rodilla.
En declaraciones al medio británico, el responsable del servicio de proveedores, Chris Hopson, alertó de que está previsto que se adopten más medidas de este tipo. “Teniendo en cuenta que estamos en medio de la restricción financiera más larga y profunda en la historia del NHS, probablemente veremos más decisiones similares en un futuro próximo", ha subrayado. Cómo funciona la NHS
El Sistema Nacional de Salud (NHS) se encarga de la sanidad pública británica. Entre los servicios que proporciona figuran hospitales, médicos de familia, especialistas, dentistas, farmacéuticos, ópticos y ambulancias. Ahora bien, no todos los servicios son gratuitos.
Hoy día, es una organización con graves problemas estructurales. Las listas de espera, incluso para operaciones urgentes, continúan creciendo y los tratamientos se han deteriorado. Es por ello que cada vez más británicos decidan costearse seguros médicos privados
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