Froilán, el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ha vuelto a España con ganas de fiesta.
Tras pasar un año en un internado americano militar, donde ha obtenido buenos resultados, quiere recuperar el tiempo perdido con sus amigos y no ha podido esperar a cumplir la mayoría de edad: eran más de las cuatro de la mañana, cuando su padre envió a la Policía a una discoteca del centro a buscarle.
El nieto mayor del rey Juan Carlos, salió el viernes pasado con un grupo de amigos y acabó en una conocida discoteca madrileña. Ocupó un reservado privado donde no faltó de nada. No sabemos si estaba su novia (a la que ya ha presentado a sus padres y están encantados con ella).
Con tanta diversión, Froilán se quedó más tiempo de juerga de lo que tenía permitido. La cuestión es que no debió avisar a su padre, don Jaime de Marichalar, quien estaba preocupado dadas las horas.
Eran sobre las cuatro y media de la madrugada, cuando el exmarido de la infanta Elena, llamó a la policía y pidió a los agentes que fueran a buscar a su hijo a la discoteca y le llevaran de vuelta a casa. Una patrulla se presentó en el local, pero Froilán al ver los uniformes, decidió esconderse en una sala privada hasta que se fueron, según indica Europa Press.
Finalmente, Froilán volvió a casa por sus propios medios. A pesar de todo, el enfado de su padre no debió tener consecuencias graves, ya que al día siguiente Froilán volvió a entrar en la misma discoteca.
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