Colombia está dispuesta a seguir marcando hitos en relación a los acuerdos con las guerrillas. Primero fue la trascendental decisión con las FARC el que sorprendió al mundo. Ahora asoma en el horizonte un encuentro clave con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que puede marcar un antes y un después en la historia del país sudamericano.
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Después de cuatro años de conversaciones y sondeos, el gobierno de Colombia y el ELN han llegado a un preacuerdo para instalar la denominada "fase pública de diálogos" encaminados a alcanzar la paz. La fecha ya ha sido agendada: será el próximo 7 de febrero.
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Así lo han fltrado desde Quito, Ecuador, los principales colaboradores del jefe de la delegación del gobierno, Juan Camilo Restrepo, y el jefe negociador de la guerrilla, 'Pablo Beltrán'. Quito será precisamente el escenario del encuentro, que prevé el tratamiento de seis puntos trascendentales que ya habían sido esbozados por ambas partes en marzo pasado.
Hasta el momento, uno de los principales aspectos que había dificultado las negociaciones era el de los 'gestos humanitarios'. Ahora, tanto el Gobierno como los líderes del EN acordaron una hoja de ruta previa para llegar al encuentro de Ecuador con sólidas bases que intenten alcanzar un arreglo.
Primero se ha acordado que el ELN liberare al excongresista Odín Sánchez, el próximo 2 de febrero y que ese mismo día el gobierno "haga efectivos" los indultos a dos guerrilleros del ELN, según un documento conjunto que firmaron las partes.
En la liberación de Sánchez participará el Comité Internacional de la Cruz Roja y ambas acciones humanitarias contarán con el acompañamiento de los países garantes y de la iglesia católica, según trascendidos.
Por otra parte, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, además, nombrará dos gestores de paz para que participen como miembros representantes del ELN en la mesa de conversaciones. Se ha especulado que esos gestores serán Juan Carlos Cuéllar y Eduardo Martínez, dos insurgentes presos en la cárcel Bellavista, de Medellín.
Cuéllar ha sido parte activa de la fase exploratoria de los diálogos y es el enlace directo entre el ELN y las organizaciones sociales que respaldan la negociación, cuyos miembros suelen visitarlo frecuentemente en la cárcel.
El ELN tiene en su poder a un número desconocido de personas. El caso de Odín Sánchez Montes de Oca es uno de los más célebres: en abril pasado se canjeó por su hermano Patrocinio, exgobernador del departamento del Chocó, quien llevaba casi tres años en manos de esa guerrilla y tenía graves problemas de salud.
En 2016, entre ambas partes debieron renegociar y aplazar las conversaciones, cuando el ELN acusó al gobierno de querer "imponer" condiciones por fuera de la mesa al exigir la liberación de Sánchez antes del inicio de la fase pública. Un tema que, según esa guerrilla, no se había pactado en la mesa.
Posteriormente, el ELN se radicalizó en la selección de los dos indultados y los desencuentros generaron una suspensión momentánea de los diálogos a comienzos de diciembre. Con tres días de retraso, las conversaciones se reanudaron el pasado 13 de enero.
El nuevo acuerdo en temas humanitarios permitirá, por fin, empezar la discusión de la agenda pactada, que incluye un fuerte componente de participación de la sociedad civil.
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